Los países industriales rechazan una nueva ampliación de los recursos de asistencia del FMI a las naciones deudoras
ENVIADO ESPECIAL, Una demanda de los Países en desarrollo para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proceda a una nueva ampliación de sus recursos financieros en unos 18.000 millones de dólares (15.000 millones de derechos especiales de giro -DEG-) fue rechazada ayer, para su consideración posterior el próximo septiembre, por los países más industrializados del mundo occidental, reunidos en Washington, con el denominado grupo de los cinco (Estados Unidos, Francia, República Federal de Alemania, Reino Unido e Italia), con motivo del encuentro de primavera de los comités interino y de desarrollo del FMI y del Banco Mundial.
Otra demanda paralela para que se proceda a, incrementar en 9.000 millones de dólares la contribución global a la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), del Banco Mundial, se esperaba que fuera rechazada por Estados Unidos en la reunión que hoy celebrará el comité de desarrollo de dicha organización. Washington defiende que el incremento sea solamente de un tercio de dicha cantidad, aunque no se descarta que se llegue a un compromiso para incrementar dicha cifra.La necesidad de recursos adicionales con los que el FMI pueda financiar sus propios programas de asistencia a los países deudores va en función del creciente endeudamiento acumulado por numerosos países del Tercer Mundo, especialmente los latinoamericanos, que acuden a los organismos mundiales en busca de ayuda ante los recortes decididos por una banca comercial temerosa de las dificultades y retrasos en los pagos que experimentan muchas de estas naciones. El incremento en 15.000 millones de DEG durante 1984 fue aprobado el pasado septiembre durante la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial, dentro de un programa de aumento del capital del FMI en 45.000 millones de DEG durante los próximos tres años.
'Comité de los 24'
Los países en desarrollo exigían ahora que este programa fuera implementado inmediatamente, pero los industriales, que controlan la mayoría de votos de los dos organismos, decidieron posponer su consideración hasta la próxima reunión anual, a finales de septiembre. Algo similar se espera que suceda hoy con los fondos de la AID cuando el tema salga a relucir dentro de la reunión prevista del comité de desarrollo del flanco Mundial. Estados Unidos y la República Federal de Alemania son los dos principales opositores de estos incrementos, por considerarlos inflacionistas.Ayer, tras el duro comunicado hecho público el miércoles por el denominado comité de los 24, que representa a las naciones más pobres, se reunió el comité interino del FMI, órgano decisorio que elabora la política de la institución financiera mundial. Dentro de las discusiones de este comité, compuesto por 22 países, se produjeron fuertes críticas contra la política de las naciones industrializadas, especialmente de Estados Unidos, cuyos elevados déficit y altas tasas de interés "contribuyen a dificultar una solución duradera y estable a las dificultades de pago de las naciones en desarrollo", según el comunicado final de este comité.
El problema del endeudamiento global, junto a la disminución de las corrientes de inversiones hacia los países en desarrollo y la tendencia al proteccionismo en los países industriales, forma parte, para las naciones en desarrollo, de una política de los países más ricos de potenciar egoístamente su recuperación económica por la vía de incrementos desmesurados de sus déficit públicos y mantenimiento de elevados tipos de interés.
El ministro de Finanzas de Argentina, Bernardo Grinspun, que se encuentra negociando con el directorio del FMI un programa de asistencia para que su país pueda hacer frente este año a más de 20.000 millones de dólares que componen el servicio de amortización e intereses de una deuda exterior superior a los 45.000 millones de dólares, denunció esta política de atracción de capitales que practican algunos países industriales y que, en su opinión, genera una auténtica fuga hacia el Norte de los ahorros y la capacidad de inversión del Tercer Mundo.
Según datos del Banco Mundial, en 1983 se produjo una transferencia neta de recursos del Tercer Mundo hacia los países industriales del orden de los 11.000 millones de dólares. Si esta fuga no se hubiese producido y si los tipos de interés no hubiesen sido tan elevados, el problema de deuda externa y del pago de intereses de los países en desarrollo no hubiera sido tan grave, según denunció el ministro argentino.
Pese a estos problemas, la situación económica general ha mejorado considerablemente en los últimos 12 meses, según señalaba ayer el informe anticipado sobre perspectivas económicas que publica a finales de mayo el FMI. El optimismo moderado parece ser la nota predominante de esta reunión de primavera del FMI, donde se anticipa que la recuperación industrial en los países más ricos se mantendrá durante este año y, previsiblemente, el próximo.
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