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Crece la rebelión de los indios del Mato Grosso

El plazo dado por los indios txucarramaens para que el presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai) sea cesado en sus funciones finalizó ayer. Pero el presidente, Octavio Ferreira Lima, sigue manteniendo su postura, negándose a cualquier diálogo con los indios rebeldes. La situación se hace más tensa cada día.Hace más de una semana que unos 150 txucarramaens se apoderaron del transbordador que cruza el río Xingu, junto a la ciudad de Sao José do Xingu, en el Estado de Mato Grosso, capturaron a seis funcionarios federales y coparon el puesto de la Funai en la región.

Los indios exigen solución para una franja de 15 kilómetros de ancho por otros tantos de largo a las orillas del río Xingu. Esas tierras están en manos de grandes hacendados, pero los txucarramaens recuerdan acuerdos firmados con los blancos hace 40 años.

Mientras los dirigentes de la Funai mantienen silencio sobre las reivindicaciones indias, otros guerreros se dirigen hacia la región.

Una importante carretera que une aquella parte del Mato Grosso al resto de Brasil quedó interrumpida, pues el río sólo puede ser cruzado en aquel punto mediante el transbordador tomado por los indios.

Se niegan a dialogar

Armados de gruesas bordunas (grandes mazas de madera) y algunas escopetas, los indígenas se niegan a dialogar. Quieren primero el cese del presidente de la Funai.Reunidos en Brasilia, los dirigentes de la Funai prefirieron hablar primero con los hacendados que ocupan las tierras reclamadas por los indígenas, quienes aceptaron entregar la tierra siempre que el Gobierno federal pagase por ellas, propuesta que fue rechazada por éste, con 16 que todo quedó como el principio.

Mientras tanto, la policía militar del Mato Grosso ha enviado fuerzas a la región donde están los txucarramaens, pero el comandante de este contingente se negó a entrar en contacto con ellos, temiendo reacciones violentas. Un indigenista, Sidney Possuelo, fue nombrado mediador en el conflicto por el consejo de la Funai, pero el presidente no autorizó su viaje a la región.

En los últimos días ha ido aumentando la irritación de los indígenas en el área, donde se han concentrado ya más de 300 guerreros.

Desde el jueves no ha habido nuevos contactos entre los txucarramaens y los blancos.

Hasta la prensa ha sido expulsada de la zona por los indios. No se sabe cuáles serán los siguientes pasos de los indígenas. La policía del Mato Grosso sigue concentrando hombres en las aldeas vecinas, pero con instrucciones de no intervenir por el momento.

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