Los 350.000 contribuyentes no obligados a declarar la renta tienen derecho a devoluciones por valor de 2.400 millones

La elevación a 500.000 pesetas de ingresos anuales por rentas de trabajo y capital mobiliario, frente a las 300.000 vigentes desde 1979 como tope mínimo a partir del cual los sujetos pasivos o las familias tienen obligación de presentar declaración por el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), afectará mínimamente a la recaudación y evitará la tramitación de unas 770.000 declaraciones. Si no se hubiera elevado el mencionado tope, según estimaciones de Hacienda, el Tesoro habría tenido que devolver unos 160 millones de pesetas a los citados contribuyentes ahora liberados de declarar.

El incremento de recaudación para el Tesoro, en el caso de que no declararan todos los contribuyentes del citado espectro de renta (entre 300.000 y 500.000 pesetas) con derecho a devolución, sería de unos 2.400 millones de pesetas (un 0,15% de la recaudación total por IRPF, que se estima en 1,389 billones de pesetas). A la vista de estas cifras, el Ministerio de Hacienda rechaza el móvil de incremento de recaudación como justificación de la elevación del tope para declarar por IRPF, e insiste en que va a recordar a estos modestos contribuyentes que deben hacer declaración, aunque no estén obligados a ello, si estiman que tienen derecho a devolución.Aun en el caso de que todos los contribuyentes con derecho a devolución, con ingresos anuales inferiores al medio millón, realizaran su declaración, la modificación del tope seguiría siendo rentable para Hacienda por la descongestión burocrática y de personal que supone dejar de tramitar unas 770.000 declaraciones sobre los cerca de seis millones que se estima se presentarán este año. Esta disminución de declaraciones permitirá, según los responsables de Hacienda, dedicar mayor atención a aquellos contribuyentes con mayores niveles de renta y con situaciones más propicias a la evasión fiscal.

De las 770.000 declaraciones liberadas de la obligación de presentarse a Hacienda, 350.000 tendrían derecho a devolución (unas 100.000 por rentas de capital, y el resto, por rentas de trabajo) y 420.000 serían declaraciones con obligación de pago o que resultarían negativas aunque sin derecho a devolución. Según los estudios de Hacienda, el cambio de la tabla del IRPF (en julio pasado) y el aumento de la tarifa del impuesto reduciría sensiblemente estas cifras aun en el caso de que no se hubiera elevado el tope mínimo para declarar.

Devoluciones

En pesetas, según las estimaciones del fisco, las 350.000 declaraciones con derecho a devolución supondrían reintegros por valor de 2.400 millones de pesetas (a una media de unas 9.000 pesetas por declarante), y las 420.000 restantes declaraciones significarían ingresos para el Tesoro por valor de 2.240 millones de pesetas. Esto supone una cuota diferencial neta de 160 millones de pesetas.Estas cantidades suponen unas cifras porcentualmente ínfimas, un 0,15%, sobre una recaudación global prevista de 1,389 billones de pesetas por el impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Todas estas medidas enlazan con la filosofía de los nuevos responsables del área de Hacienda (el secretario de Estado, José Borrell, y el secretario general, Juan Francisco Martín Seco), que han denunciado públicamente que en estos momentos "son patentes en el IRPF la inequidad y el desequilibrio en el tratamiento efectivo de las distintas rentas". Y han anunciado que van a elaborar una nueva ley que actualice la de 1977 sobre el impuesto sobre la renta de las personas físicas.

La elevación del tope mímino para declarar hasta las 500.000 pesetas va a suponer, sin embargo, un duro golpe a pequeñas gestorias y asesores fiscales.

Vigilancia prioritaria

El Ministerio de Hacienda, por otra parte, ha elaborado una lista con 42 sectores o grupos declarantes en los que va a centrar de forma preferente la vigilancia de sus servicios de inspección. De dicha lista, según una información de la revista Especial Directivos, se desprende una mayor atención hacia la investigación a través de signos externos, como lo demuestra el que se incluyan en ella los adquirentes de automóviles extranjeros de elevado precio, embarcaciones o amarres en puertos.También se va a proceder a un seguimiento especial a las principales actas de retención, preferentemente a las que proceden de rendimientos de capital mobiliario, a partir de las cuales se analizarán las declaraciones de renta de los perceptores de las mismas. Entre las retenciones especialmente vigiladas se encuentran las de los clubes de fútbol de las tres divisiones nacionales.