Un camino equivocado

He leído asombrado las cifras. Según unos, el 75%; otros, el 85% de los crímenes, cometidos por causa de la droga. Soluciones para combatir este caos: más policía, más cárcel, más Presupuesto del Estado. Resultados previsibles: más carestía de droga en el mercado, más precio que deben pagar los drogadictos, más crímenes. Más dinero para los traficantes, etcétera. Más circulo... vicioso.Por otro lado, nuevas estadísticas. En España mueren por el alcohol (por su consumo, se entiende) 25.000 personas al año. Por consumo de droga, unas 300. Saquen ustedes sus conclusiones. Si el 75% de los actuales delitos son causados por esta minoría drogadicta (el alcohol, según la legislación actual, no es droga, aunque ciertamente lo sea y de las más duras) qué sería, si aplican también al alcohol la misma ley que a la cocaína y demás sustancias alucinógenas. Chicago, años veinte sería una broma, con lo que se organizaría.

De hecho, si usted quiere promover el consumo de algo no tiene más que anunciar que se va a prohibir. De hecho, ya en el Antiguo Testamento tenemos la experiencia. El pecado original no tuvo otro motivo que la prohibición de la célebre manzana. ¡Cuántas veces pasaría Eva debajo del manzano sin probar la fruta! ¡Después se puso carísima! En los países orientales la gente toma la droga sin causar quebranto a los demás. Por un paquete de cigarrillos rubios nadie se molestaría en pecar ni venialmente. En tiempo de la guerra, por unos cuantos cigarrillos se cometieron algunos graves pecados.

Dejemos, pues, de gravar este artículo de consumo vicioso, para que el drogadicto no tenga que exponer su vida y su libertad y la de los demás en la consecución de su peligroso vicio. También el tabaco causa cáncer y muerte. Y el alcohol. Y los coches de carreras.

Es mejor que mueran 1.000 drogadictos por su albedrío que no sea muerto un buen ciudadano por el vicio de uno de ellos. Acordémonos que el 75% o más de los delitos los cometen drogadictos. /