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Oficiales iraníes reciben entrenamiento en el Reino Unido

Al menos 10 oficiales iraníes reciben entrenamiento en el Reino Unido en el uso de armas y sistemas de misiles antiaéreos, según una información publicada ayer por el semanario londinense The Observer. Fuentes eurooccidentales en Teherán aseguraron recientemente a EL PAÍS que los contactos entre los servicios de información británicos y un sector de la Guardia de la Revolución iraní (organización político-militar que cuenta con efectivos militares, aéreos y navales propios) son fluidos. De acuerdo con las fuentes mencionadas, los nexos entre el Gobierno de Londres y el régimen de Teherán se han fortalecido grandemente en los últimos meses.

Las fuentes europeas mencionadas informaron el pasado mes de marzo en Teherán a este diario sobre el entrenamiento de pilotos iraníes en aeródromos militares británicos, pero portavoces ,de la Royal Air Force desmintieron entonces tal extremo y fuentes oficiales del Foreign Office ni confirmaron ni negaron el supuesto, informa desde Londres Soledad Gallego-Díaz.El fortalecimiento se habría visto precedido por un intenso intercambio de información, que las fuentes citadas refieren a los movimientos de la oposición antijomeinista en el extranjero y que los servicios secretos británicos canalizarían, de acuerdo con las fuentes citadas, a través de un sector de la cúpula dirigente de los Pasdaran (guardianes de la revolución), cuyos principales lideres y órganos acostumbraban a referirse al Reino Unido como "uno de los peores imperialismos".

Los observadores subrayan la muerte en Teherán, en la última semana de febrero, de un hom bre de negocios británico, cuyo asesinato se atribuiría a sectores de oposición a Jomeiní en el interior de Irán.

En cuanto al entrenamiento de oficiales iraníes en el Reino Unido, corre a cargo de una empresa privada, British Manufacture and Research Company, que utiliza una antigua base en Lincolnshire, al Norte de Londres. El hecho ha provocado la sorpresa entre los observadores, que atribuían a Londres una actitud neutral ante el conflicto irano-iraquí, pero políticamente contraria al régimen de Jomeini. 80 pilotos iraquíes se adiestraban hasta ahora en base británicas, según una fuente de la Royal Air Force consultada por este diario.

Un portavoz del Ministerio de Defensa, que desmintió hace una semana a EL PAÍS la presencia de militares iraníes en instalaciones oficiales británicas, hizo hincapié en que se trata de un contrato con una compañía privada y que el Gobierno británico no tiene nada que ver con el mismo. Es obvio, sin embargo, que ha existido una tácita autorización gubernamental.

La aproximación irano-británica estaría justificada, según fuentes no oficiales iraníes, "por las necesidades bélicas de Irán". Pese a todo ello, sigue siendo Suecia el Estado que representa los intereses británicos en Irán, por carecer el Reino Unido de embajador en Teherán.

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La bonanza en las relaciones Londres-Teherán habría estimulado aun más un aumento del peso específico británico en el volumen de intercambios comerciales con Irán, que siguen una línea ascendente desde 1982, y habría incrementado también su capacidad de gestión en asuntos de cariz petrolero en Irán.

También se subrayan las crecientes fricciones franco-británicas al respecto de la guerra del Golfo, a tenor, del compromiso francés con el bando iraquí y la aproximación británica hacia Irán.

Del mismo modo, círculos políticos europeos creen ver en el reciente reconocimiento norteamericano del empleo de armas químicas por parte de Irak no solo un gesto humanitario, sino además un intento de Washington de acortar distancias con Irán, en virtud de la incertidumbre respecto al desenlace de la guerra entre Irán e Irak.

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