La vil tortura
Entre los procesados por presun tas torturas en la prisión de Herrera de la Mancha se encuentra don José María Pozas Quintás, con el que no tengo relación familiar alguna. Desafortunadamente los periódicos le han denominado Jaime Pozas a raíz de que EL PAIS le cambiase el nombre. Esto me ha ocasionado numerosas molestias y malos entendidos. Siempre he considerado la tor tura como la expresión más vil y brutal del terrorismo, y el hecho de que pueda ser utilizada por hombres al servicio público es un agravante, dado que es conocido el repudio del terrorismo por nuestro pueblo....
Hasta hace poco las manifestaciones eran en España de dos clases: ilegales o de adhesión inquebrantable. El hecho de manifestarme en febrero de 1965 me costó un grave quebranto físico, y la valiente denuncia del hecho por el señor Novais, corresponsal de Le Monde, acarreó a éste la suspensión de oficio por el entonces ministro del ramo, señor Fraga, que era ya por entonces un experto en rodillos.
Cuando don José María Pozas Quintás era presunto torturador de presos, quien firma la presente era procesado por manifestarse contra el asesinato a palos del militante libertario Agustín Rueda en la prisión de Carabanchel.
Una vez más un tribunal ha definido que no ha habido torturas. Las conciencias pueden quedar tranquilas, porque una y otra vez los tribunales, desde hace medio siglo, nos aseguran que esta forma de terrorismo no existe. Sin opinar sobre este hecho, para no incurrir en el delito de desacato, sí me atrevo a preguntar: ¿Qué es lo que los sociólogos denominan "terrorismo institucional"? /
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.