Respuesta desigual en Guipúzcoa a la convocatoria de huelga

La convocatoria de huelga general en Guipúzcoa lanzada por Herri Batasuna, Euskadiko Ezkerra y por grupos de la izquierda extra parlamentaria vasca, en protesta por la operación policial del pasado jueves en el puerto de Pasajes y por el último asesinato de los GAL, obtuvo ayer una respuest muy irregular. El paro fue general en poblaciones como Mondragón Usúrbil, Pasajes y Rentería, per su incidencia fue muy escasa en los centros industriales de Irún y Éibar.En la mayoría de las empresas guipuzcoanas los trabajadores rechazaron la huelga en asambleas desarrolladas a primera hora de la mañana, que culminaron con vota ciones, a veces muy apretadas. En la fábrica CAF de Beasain, los 418 partidarios del cierre vieron derro tadas sus propuestas por sólo cuatro votos de diferencia, y, por el contrario, en la empresa Pedro Orbegozo, de Hernani, ni siquiera llegó a celebrarse la asamblea. En muchos centros, parte de los trabajadores "que propugnaban el paro salieron a la calle después de que la asamblea rechazara la huelga. El transporte quedó paralizado desde primeras horas de la mañana, fundamentalmente a causa de la acción de grupos de huelguistas que levantaron barricadas en las carreteras de la provincia e incluso en las áreas urbanas, obstaculizando el tráfico interior.

La labor de los piquetes se hizo patente en aquellas poblaciones en las que la escasa incidencia de la huelga contrastaba con el porcentaje de comercios y bares cerrados.

Al menos una docena de personas que integraban los piquetes fueron detenidas por la policía, que alternó la disolución de pequeños grupos de manifestantes con la retirada de barricadas. En Rentería, el tráfico del ferrocarril fue interceptado por la mañana durante algunas horas, después de que los piquetes levantaran las vías o las bloquearan con barricadas. Un grupo de escolares de un centro de BUP hizo lo propio en Pasajes, donde un autobús de servicio urbano y un camión fueron incendiados. Los escolares, que ocultaban sus rostros con pañuelos, intentaron volcar el autobús, un esqueleto de chatarra, y finalmente se disolvieron bajo un intenso aguacero cuando asomaron los primeros uniformes de los antidisturbios.

El lanzamiento de pelotas de goma, por un lado, y de piedras, por otro, es la imagen repetida durante el día en diferentes escenarios, pero los enfrentarnientos fueron esporádicos y menos violentos que en otras ocasiones. En San Sebastián se cruzaron vehículos en la calzada y se sucedieron conatos de manifestación, hechos que no impidieron, en todo caso, el desarrollo de una actividad comercial casi normal. El paro en la banca alcanzó, según distintas fuentes, un porcentaje de un 30%. Las organizaciones convocantes se mostraron satisfechas de los resultados de la huelga. Euskadiko Ezkerra, que había expresado previamente su rechazo a la utilización de piquetes y otros medios coactivos, afirmó que el balance era positivo en la medida en que ese partido se había marcado el objetivo de favorecer la celebración de asambleas para que se debatiera en ellas el problema de la violencia en Euskadi.