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La ola de atracos

Anteayer, uno de nuestros editoriales se titulaba: "En 22 días, detenido y liberado dos veces: nuevo atraco a tiros". Preguntábamos si, a la vista de este nuevo atraco -con un muerto, y otros posibles, causado por un delincuente con aquel historial-, se podía seguir insistiendo en que la ola de delincuencia es una campaña de la derecha y puede el Gobierno, y su presidente, seguir negando que han cometido un error de gravísimas consecuencias con la reforma que lanzó, de la cárcel a la calle, a los protagonistas de estos crímenes diarios.Era anteayer. Pues bien, ayer informábamos de la detención de los presuntos -pero ya han confesado su participación- asesinos del modesto droguero de Orcasitas. Uno era, según la Policía, novato; otro, el autor material del dísparo, el ínductor de la hazaña, el que supo dónde encontrar el arma..., estaba en libertad provisional gracias a las reformas penitenciarias del pasado verano, según la información.

Volvemos a repetir nuestra observación de anteayer. ¿Nadie es responsable? ¿Se puede tolerar que un grupo político, que cuando estaba en la oposición pedía la dimisión de cualquier ministro porque un policía se hubiese extralimitado en el uso de sus obligaciones, cuando llega al poder, pase por alto el que ya son muchos los asesinados y muchas las personas que han sido atropelladas en sus derechos como consecuencia de una decisión de gobierno? ¿Pueden seguir empeñados en convencernos de que no hubo equivocación, y equivocación grave, de la que habría que pedir responsabilidades y sobre la que habría que ofrecer urgentemente una reparación? ¿Es ésta la ética?

26 de marzo

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