Los hijos de un paciente que falleció en Zaragoza agredieron al médico que atendió a su padre

La Dirección Provincial de Sanidad de Zaragoza investiga los incidentes ocurridos hace algunas fechas en los que dos hijos de un paciente agredieron a un médico -y al parecer le amenazaron con otras represalias- al que responsabilizaban de la muerte de su padre por no haber firmado el volante de hospitalización. Los familiares del fallecido, de apellido Barranco, han presentado una denuncia ante el Insalud exigiendo responsabilidades. Los resultados finales de las investigaciones no se sabrán hasta la primera quincena del próximo mes de abril, pero de los primeros datos obtenidos se desprende que el doctor L E. R. actuó correctamente en el caso.

Por otra parte, mientras el director del Insalud hacía público un comunicado denunciando las amenazas verbales y agresiones físicas que han sufrido últimamente algunos médicos, al mismo tiempo que hacía un llamamiento al diálogo, el Sindicato de Médicos de Aragón (Sima) pretendía llevar el asunto hasta sus últimas consecuencias y que el facultativo agredido presentara la correspondiente querella.

Pidieron el ingreso

Hace unos 20 días, familiares de un enfermo crónico del pulmón y que sufría insuficiencia cardiorrespiratoria se personaron en el ambulatorio Inocencio Jiménez, del barrio Oliver, de Zaragoza, indicando al médico que su padre debía ser ingresado en el Centro de Enfermedades del Tórax. El facultativo les indicó que antes de extender el correspondiente volante debería ver al paciente y enviarlo al especialista de pulmón y corazón. Ante esta respuesta, los dos hijos acudieron a una inspectora del citado ambulatorio, que sí les facilitó el volante. A los ocho días de ser hospitalizado el anciano fallecía.Días después, los dos hijos se presentaron en la consulta del doctor L. E. R. y sin mediar palabra, según algunos testigos, le propinaron varios puñetazos en la cara, produciéndole algunas lesiones en la zona posterior de una oreja. Se requirió la presencia de la policía, que sacó del centro sanitario a los dos agresores.

Tanto el Insalud como la propia policía invitaron al médico a que, si así lo deseaba, presentase la correspondiente querella por malos tratos y agresiones. Éste se negó, en parte por su deseo de olvidar el incidente y en parte porque, según algunas fuentes, recibió amenazas de sus agresores en el sentido de que raptarían a sus hijos si los denunciaba.

El Sima intentó convencer al facultativo para que presentara la correspondiente querella, y en un principio exigió al Insalud que suspendiera de empleo y sueldo a la inspectora que firmó el volante, pues, según el citado colectivo, había desautorizado al médico.

Insultos a una médica

La Dirección Provincial de Sanidad, que ha respetado en todo momento la postura del médico, ha iniciado sendas investigaciones para comprobar la actuación del médico y de la inspectora; asimismo se realiza otro informe a raíz de la denuncia presentada contra L. E. R. por los familiares del enfermo fallecido.Recientemente otra doctora del ambulatorio Ramón y Cajal fue insultada por un paciente, lo que motivó presentar la correspondiente querella en el juzgado. A raíz de estas amenazas verbales, insultos y agresiones físicas, el director provincial del Insalud, Miguel Horno González, de acuerdo con el Sima, hizo pública una nota "condenando enérgicamente estos reprobables hechos" y haciendo un llamamiento .a la convivencia ciudadana y al diálogo, rogando el buen juicio y sentido común de todos". Horno González señaló ayer a este periódico que se trata de unos hechos aislados y minoritarios, pero que "perjudican las correctas relaciones que mayoritariamente son mantenidas entre usuarios y el personal de la Seguridad Social".