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Un joven de 21 años, acusado de la muerte del grabador de joyería Aurelio Muñoz tras ser reconocido por ocho testigos

Mariano de la Antonia Hernansáez, de 21 años de edad, fue detenido el miércoles como presunto autor de la muerte del grabador de joyería Aurelio Muñoz Hernández, ocurrida el pasado sábado en la confluencia de las calles de Valderribas y Doctor Esquerdo, en un atraco callejero. Un mendigo, que conocía de vista al presunto homicida, fue quien puso sobre aviso a la policía acerca de la identidad del presunto autor del crimen, que no opuso resistencia a la policía, según explicó ayer el comisario Velayos, jefe de grupo de la Brigada de Policía Judicial. La madre del detenido, Adela Hernansáez, afirmó ayer que su hijo se encontraba el sábado por la tarde en el cine Goya.

Mariano de la Antonia nació el 23 de abril de 1962. Miembro de una familia compuesta por su madre, viuda, y seis hermanos más, trabajó ocasionalmente como repartidor de prensa, para lo que utilizaba una furgoneta propiedad de la familia. Sólo estuvo detenido en una ocasión, en 1981, acusado de tenencia y tráfico de hachís. A tenor de su corto historial no era, según se desprende de las declaraciones del comisario Velayos, un delincuente "especialmente peligroso".El sábado, Mariano de la Antonia se encontró, en las cercanías de la calle de Valderribas, con un mendigo que acostumbra a solicitar la caridad de los transeúntes. Según afirmó Velayos al reconstruir los pasos que llevaron a su detención, Mariano de la Antonia y el mendigo, que se conocían de vista por ser ambos de Vallecas, se saludaron y cambiaron unas palabras. Minutos después, el joven, con la cara medio tapada con una bufanda a cuadros, amenazaba con una pistola a Aurelio Muñoz, su mujer y sus hijas, para robarles el coche.

Un transeúnte que se encontraba paseando un perro y que advirtió lo que ocurría acudió en ayuda del atracado. Se produjo un forcejeo en el que el presunto homicida disparó dos veces y huyó en el vehículo de la víctima. Una de las balas pasó rozando la mejilla del hombre del perro. La otra acabó con la vida de Aurelio Muñoz.

Siempre según la versión facilitada por el comisario Velayos, la misma noche del sábado, inspectores de la comisaría de La Estrella detuvieron a un sospechoso en el barrio de la Celsa, una zona de chabolas y casas bajas. La viuda del fallecido, Ángeles Hernández, no le reconoció como el hombre que les asaltó y el sospechoso fue puesto en libertad.

Un mendigo

El domingo por la mañana se produjo el golpe de suerte policial. Los inspectores dieron con un mendigo que declaró haber visto minutos antes del suceso al joven en cuestión, del que sólo sabía que vivía en Vallecas. La investigación, en la que participaron inspectores del Grupo III de la Brigada de Policía Judicial y de las comisarías de San Blas, La Estrella y Vallecas, se trasladó fundamentalmente a esta última. El coche robado, un Renault 14 rojo, matrícula M-4746 DP, fue encontrado el domingo por la tarde abandonado a la altura del 174 de la avenida de Aragón. En su interior estaba la bufanda a cuadros utilizada en el atraco.En la comisaría de Vallecas, el mendigo reconoció la foto de una persona con antecedentes policiales. Según Velayos, la identificación no resultó demasiado difícil. Mariano de la Antonia ofrece el rasgo peculiar de su rostro, muy picado por la viruela. Otros siete testigos -un empleado de Gomarsa, establecimiento de venta de vehículos de ocasión, la viuda, varios vecinos que contemplaron lo sucedido por casualidad desde viviendas cercanas y el hombre del perro- coincidieron en identificarle como presunto culpable. El arma utilizada en el atraco no estaba en poder del sospechoso y no ha sido encontrada.

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Unanimidad

La policía organizó una rueda de presos. El comisario Velayos afirmó ayer que la unanimidad de los ocho testigos fue absoluta al identificarle. El vehículo robado está siendo sometido a la inspección de los técnicos en huellas dactilares. Velayos prefirió no concretar si el detenido había firmado su declaración, por estar incluida en el secreto del sumario."Mariano es incapaz de matar a nadie. Ninguno de mis siete hijos tiene que robar para conseguir dinero. Nunca les ha faltado ni para comer ni para tabaco", afirmó ayer entre lágrimas Adela Hernansáez Martínez, de 52 años, madre de Mariano de la Antonia. "El pasado sábado, a la hora en que se producía el asalto y muerte del relojero", asegura la mujer, "Mariano se encontraba con dos amigos en el cine Goya, situado muy cerca del Puente de Vallecas".

Los dos amigos, que han sido llamados a declarar por la policía, se pusieron ayer en comunicación con la familia, según aseguró ésta, porque les había extrañado la citación policial para declarar.

Adela Hernansáez reside en Vallecas desde hace 10 años y cobra una pensión de viudedad, que le abona el Estado alemán por el fallecimiento de su marido, emigrante en aquel país, en un accidente de tráfico. La última vez que vio a su hijo fue el pasado miércoles, a las 5 de la madrugada, momentos antes de que fuera detenido por dos policías que lo esperaban.

"Estaba en la terraza y comprobé que había dos coches de la policía apareados abajo. A los chicos que pasaban por la calle les daban el alto y los registraban", aseguró Adela. "Mariano se había ido a un concierto de rock y yo me quedé en la terraza esperando que llegara. Cuando iba a entrar en el portal lo detuvieron".

Adela Hernansáez explica que a Mariano, que trabajaba como mensajero, "lo único que le gusta es la música".

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