Mitterrand viaja hoy a Washington para reforzar lazos con su aliado norteamericano

El presidente de la República Francesa, François Mitterrand, aterrizará hoy en la base militar de Andrews, cercana a Washington, donde iniciará una visita de ocho días a Estados Unidos. Mañana, jueves, será recibido por el presidente, Ronald Reagan. Las relaciones entre ambos países, fuertes aliados en el contexto de la OTAN, son buenas, y si bien no es probable que se resuelvan las divergencias, que las hay, se da por seguro que los múltiples e importantes puntos de acuerdo entre ambos países se reforzarán.

Desde hace varios días, Mitterrand ha concedido entrevistas a los periódicos norteamericanos y ha escrito artículos para diversos medios de comunicación. Reagan, a su vez, ha concedido una entrevista en exclusiva al vespertino Le Monde, aunque contestando las preguntas por escrito.Ambos estadistas, en estos anuncios previos de su encuentro, vienen a decir lo mismo: "Estos últimos años no hemos encontrado dificultades para ponernos de acuerdo sobre lo esencial. Y creo poder decir que actualmente, en el seno de la Alianza Atlántica, Estados Unidos y Francia saben que, en caso de necesidad, cada cual puede contar con el otro".

Esto lo ha dicho Mitterrand, y Reagan no se ha quedado atrás, al afirmar que "las relaciones franconorteamericanas pocas veces han sido mejores", y al añadir: "Saludo el papel significativo" que ha interpretado Mitterrand para el establecimiento de un nivel inhabitual de consenso transatlántico de cooperación por la seguridad". También se felicita del papel constructivo" de Francia en África. Sabido es que, en contra de lo que imaginaban quienes desconocían los principios más elementales de la personalidad de Mitterrand, este último ha sido el mejor baluarte de Europa occidental respecto a la política norteamericana.

Sobre este punto, Mitterrand nunca ha equivocado a nadie: todavía lo ha repetido ahora, al declarar a la Prensa norteamericana que, para él, "la paz es algo que se conquista cada día, y no algo que se nos da, y por ello es indispensable el equilibrio de fuerzas". Esta cuestión de la seguridad ha sido el cordón umbilical que unió a los dos presidentes, francés y estadounidense, y es el que principalmente alimenta las buenas relaciones entre ambos países.

América Central -Nicaragua en particular- y la ayuda al Tercer Mundo son temas conflictivos, pero, sobre el terreno, cada día revela que sus diferencias se mantienen más que nada en el plano ideológico.

Todos los temas citados van a ser revisados por los dos hombres de Estado durante su entrevista, de la que no hay que esperar resultados aparatosos, pero sí confirmación de lo ya expuesto.

Después, Mitterrand viajará durante una semana por varios Estados, Nueva York y California particularmente, y se entrevistará con hombres de negocios, intelectuales e investigadores, con el fin de promocionar su imagen, y la imagen de una Francia que, socialista o no, desea que se la considere como un país moderno, con todo lo que eso entraña hoy en Estados Unidos.