El ministro francés de Transportes critica las agresiones a los vehículos de su país

El ministro francés de Transportes, Charles Fiterman, condenó ayer, calificándolas de "injustificables", las agresiones de que están siendo víctimas los camioneros franceses en territorio español. Por su parte, el diputado socialista de los Pirineos Atlánticos (sur de Francia) Jean Pierre Destrade pidió a los transportistas de su país que acepten las condiciones de seguridad ofrecidas por las autoridades españolas y desbloqueen los pasos fronterizos.Destrade se ha comprometido, no obstante, a reclamar del Gobierno francés un cierre total de la frontera franco-española durante varios días, caso de que las medidas de seguridad tomadas por Ias autoridades españolas se revelen insuficientes.

La Prensa francesa narra los incidentes que se producen en la frontera española o en el País Vasco, pero no va mucho más allá, quizá también porque recuerda que los camiones españoles, con frecuencia, son atacados por los agricultores del Sur de Francia.

Las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y del de Transportes, como el portavoz gubernamental, han condenado la actuación de los españoles contra sus camiones y han solicitado del Ejecutivo español que proteja a los vehículos pesados franceses. Ayer, a la vista de la "ineficacia de esa protección", según declaraciones de los camioneros franceses, estos últimos decidieron taponar la frontera franco-española.

A última hora de ayer, los camioneros sólo dejaban pasar a los coches franceses procedentes de España. Pero fuentes competentes españolas aseguraron que desde anoche, por tres rutas diferentes, los camiones franceses podían circular tranquilamente hacia su país gracias a la vigilancia de las fuerzas del orden hispanas.

Sobre las acciones violentas ocurridas anteayer en Biarritz -la explosión de un artefacto que causó un muerto y el incendio de un coche español- la policía francesa continúa haciendo hipótesis diversas. No se excluye que el incendio del vehículo con matrícula de Madrid se trate de un acto de represalia Contra la explosión del coche en el que se encontraba el presunto terrorista que resultó muerto.

Una fuente bien informada no descartaba anoche, en París, que lo que está ocurriendo como consecuencia del ametrallamiento de los dos barcos españoles, días pasados, en el golfo de Vizcaya, es "aprovechado" no se sabe exactamente por quién, pero con un objetivo determinado: envenenar, más aún, las relaciones franco-españolas.