15 muertos en la ruptura, en Beirut, de la 180ª tregua

Proclamado solemnemente en Lausana por la Conferencia de Reconciliación Nacional Libanesa el último alto el fuego, definido por los asistentes a la misma como "total y definitivo", quedó roto en la noche del sábado al domingo cuando los proyectiles de mortero rebasaron los límites de la línea divisoria de Beirut para estallar en populosos barrios donde dieron muerte a 15 civiles e hirieron a otros 45.Los beligerantes se acusan mutuamente a través de sus radios de la reanudación de las hostilidades mientras no acuden ya a las reuniones del comité militar, integrado por los representantes de las tres principales milicias y del Ejército regular y encargado, en teoría, de vigilar la aplicación de la tregua número 180 decretada por una conferencia que sigue celebrándose en un ambiente que suscita la reprobación de la casi totalidad de la Prensa beirutí.

Mientras las tres cuartas partes del país permanecen ocupadas por fuerzas armadas extranjeras, la quinta parte de la población se ha visto obligada en el último año a huir de sus hogares, otra cuarta parte está en paro sin ningún tipo de subsidio, un 90% de los edificios de la capital -privada casi todo el día de luz eléctrica- ha sido directa o indirectamente alcanzado a lo largo de casi una década de guerra civil, con un saldo de más de 100.000 muertos -uno por cada 30 libaneses-, 300 de los cuales fallecieron durante el pasado mes de febrero, los participantes en la conferencia, a los que acompañan sus familiares y amigos, se deleitan con la buena cocina, hacen ostentación de riqueza y se dedican en los ratos libres a hacer compras en las tiendas de lujo empezando por las del hotel Beau Rivage, donde se hospedan, que han prácticamente vaciado.

Walid Jumblat, jefe de la milicia drusa denominada Partido Socialista Progresista, al que acompañan su madre, May, y su esposa, Gervet, que lucen aparatosas joyas, ha rehusado alojarse en el Beau Rivage para que el presidente Amín Gemayel "no pague su cuenta" en un hotel donde el precio de la suite puede elevarse a 49.000 pesetas diarias.

Pero, en cambio, se muda cada noche de lujoso establecimiento hotelero -Rives-Rolle, La Reserve, Hotel du Lac- como si quisiese "escribir una guía turística del lago Leman", ironiza un diario libanés.

El rotativo Al Anouar señala, sin embargo, que a pesar de la ausencia del líder de la comunidad drusa en el Beau Rivage, la organización de la conferencia costará 900 millones de pesetas al contribuyente libanés.

Camille Chamoun, líder octogenario de la coalición de partidos cristianos, originario de la región del Chuf, de donde Jumblat expulsó en septiembre pasado a todos los cristianos allí asentados desde hace siglos, ha resuelto en Lausana uno de sus graves problemas al ser autorizado por el presidente sirio, Hafez el Asad, a ir de caza a Siria, donde, al parecer, hay más perdices que en Líbano.

Sólo el dirigente de la milicia chiita Amal, Nabili Berri, que no llevó consigo a su familia a Ginebra, ha mantenido durante su estancia una actitud digna y coherente con sus anteriores discursos.