La extrañeza hacia el propio sexo

La sexóloga Núria Merín establece que el transexual es aquél que siente sensación de extrañeza hacia el propio sexo y opina que la naturaleza ha cometido un error con él; que tiene la sensación de que psicológicamente pertenece: al otro sexo, pese a tener órganos genitales normales; y que tiene el deseo de cambiar de sexo. Algunos autores incluyen como cuarto elemento definitorio la necesidad absoluta de travestirse como afirmación de personalidad.El fenómeno del transexualismo se considera muy poco frecuente. Una estadística canadiense citada por la mencionada sexóloga señala que se da un caso cada 40.000 varones y uno cada 150.000 mujeres. Un trabajo del norteamericano Pauli destaca un caso cada 100.000 varones y uno cada 130.000 mujeres. En general, estas personas sitúan sus primeras sensaciones de falta de identificación sexual en la primera infancia. En los transexuales, los exámenes genéticos, hormonales y morfológicos para detectar si hay una base orgánica dan siempre resultados normales. En cambio, sufren problemas psicológicos importantes, sin que deba entenderse ello como que existe una personalidad específica transexual. Algunos autores resaltan que estas personas son producto de un aprendizaje equivocado a edad muy temprana, tal vez por errores educativos, pero otros consideran que pueden ser fruto de alguna alteración a nivel cerebral. Un investigador como Dörner, que lleva varias décadas experimentando con ratas, corrobora el desarrollo de conducta masculina en los roedores hembras a raíz de tratamientos hormonales durante la fase crítica de diferenciación cerebral; es decir, durante el período de gestación. Estos trabajos abrirían una vía de investigación para llegar a entender el fenómeno.

El también sexólogo Josep Maria Farré explica por su parte que el transexual no suele tener un impulso sexual desarrollado, "en buena medida porque busca desesperadamente ser mujer y se inyecta estrógenos que en altas dosis producen disminución de la capacidad sexual e incluso impotencia". El transexual no suele prostituirse. Un porcentaje de ellos lo hace para financiarse la intervención quirúrgica o lo realiza cuando no encuentra ninguna salida profesional. Se advierte también el enfasis que ponen en no ser confundidos con homosexuales, "porque no se consideran afeminados, sino mujeres".