Crías de canarios

La incubación de los huevos por la canaria dura, en condiciones normales, entre 13 y 15 días, según la temperatura. Si transcurrido este plazo los pollos no han nacido conviene tener presentes los siguientes consejos.Observar los huevecillos al trasluz. Si están claros, es decir, si no se observa dentro de ellos un cuerpo opaco y además el peso es muy liviano, entonces podemos decir casi con plena seguridad que algo falló.

Si los huevos son algo pesados y no dejan pasar la luz, conviene dejar aún otros dos días. Transcurridos éstos hay que romper la cáscara con mucho cuidado para no matar el polluelo si estuviese vivo. Se hace así: hay que colocar el huevo con la parte más aguda hacia abajo. Con un alfilerse levanta un poco de la parte superior de la cáscara, que es la más gruesa. Hay que proceder con precaución para no romper la vitelina que cubre el pollo. Entonces ya puede verse si el animal está vivo. Se advierte porque al respirar se mueve. Si hay respiración se deja el huevo nuevamente en el nido y se espera. En caso de que se rompiese la vitelina hay que observar la presencia de sangre o no. Si hay sangre se deja el huevo en el nido, y si no hay rastros de ella se terminará de quitar la cáscara por completo y se le deja en el nido para que el calor y los cuidados de la madre le: hagan revivir. De todas maneras, todo lo dicho en el caso anterior se hará únicamente en situaciones extremas y nunca por impaciencia.

Cuando el nacimiento de los pollos ha terminado conviene que antes de acometer otra nueva crianza se desinfecte el nido.

Un día antes del nacimiento puede darse a los pájaros una comida especial.

Puede decirse que ha pasado la primera edad de nido cuando los pajarillos han cumplido ocho días desde el de su nacimiento, y a los 12 días ya generalmente abren algo los ojos y piden comida cuando distinguen a los padres.

A los 25 o 30 días ya pueden separarse las crías si su desarrollo es normal, procurando siempre que no sea necesaria la violencia que podría lastimarles. Se llevan entonces a otra jaula y se les mantiene con una comida hecha a base de pasta de huevo, un poco de magdalena y agua, hasta hacer con ello una pasta no muy densa ni demasiado fluida.

Si la jaula se coloca en lugar apartado de los padres será mejor, porque los pájaros estarán más tranquilos si no perciben la llamada de los mayores. Al amasijo ya citado pueden añadirse algunos granos de alpiste, que observaremos. Pasados unos días notaremos que ha sido abierto, y ya a partir de entonces se añiade mayor cantidad de semillas y se va suprimiendo el huevo proporcionalmente.

Un último consejo: hay que tener en cuenta que los canarios jóvenes son muy asustadizos, por lo que al ponerles la comida o efectuar la limpieza de la jaula pueden ser heridos. Hay que realizar ambas operaciones con todo el cuidado que nos sea posible.

Los pájaros sólo se toman en la mano en caso de absoluta necesidad. Si no es así, lo mejor es dejarlos muy tranquilos.

Un macho puede ser utilizado como reproductor hasta los cinco o seis años, y una hembra, hasta los cuatro o cinco. Alargar estos plazos es posiblemente exponernos a obtener crías débiles.