El obispo de Guadalajara prohíbe un bautizo que apadrinaba el presidente de Castilla-La Mancha

El obispo de Sigüenza-Guadalajara, Jesús Pla, prohibió ayer la celebración del bautismo que iba a recibir la, niña Elisa Tercero Villalta, hija del diputado regional del PSOE Jose Antonio Tercero, en la localidad de Molina de Aragón (Guadalajara) y del que iban a ser padrinos, José Bono, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y su esposa. El obispo adujo que el padrino es dirigente de un partido que legisla contra la Iglesia, según informa el gabinete de prensa de la Junta de Castilla-La Mancha.Puestos al habla sobre de las 20.15 horas de ayer con el obispado de Guadalajara, para conocer directamente la versión del obispo, una voz femenina aseguró primero que "debe estar por las oficinas, voy a ver si lo encuentro"; un par de minutos después, la misma voz afirmó que, "ha debido salir a una reunión que tenía fuera".

En una segunda llamada al obispado, a las 21 horas, la misma voz aseguró que el obispo "ha debido salir a una reunión y no sé si volverá, pero será muy tarde".

El párroco de Molina de Aragón, Pedro García, confirmó telefónicamente la noticia, en estos términos, "lo único que puedo decirle es que, efectivamente, el obispo ha tomado esa decisión personal, en conciencia, como ordena y manda la Iglesia". Al preguntarle en qué se fundamentaba el mandato, dijo que "según el Código de Derecho Canónico".

Explicó también el párroco que había recibido la comunicación del obispo por la mañana y que la había trasmitido a José Bono, pero se negó a comentar la reacción de este. En cuanto a si compartía la decisión de su superior jerárquico, el párroco afirmó "yo no debo contestar, porque no ha sido mía la decisión, no debo decir si la comparto, o no".

El presidente de las Cortes de Castilla León, Javier Irízar, invitado al bautizo, explicó a nuestra corresponsal en Guadalajara que los asistentes se vieron sorprendidos por la comunicación del párroco. El padre de la niña que iba a recibir el bautismo y otro diputado socialista se pusieron al habla con el obispo Pla, que respondió asegurando que era una decisión muy meditada.

Irízar comentó también el desconcierto que mostró un capitán de la Guardia Civil, invitado al bautizo, ante la situación creada. Se da la circunstancia de que la comida para celebrar el acontecimiento se había dispuesto en unos locales anejos a la iglesia del pueblo, por lo que fue necesario trasladar muebles y viandas a otros locales, con la consiguiente algarabía callejera.