Rodríguez de la Borbolla, elegido presidente de Andalucía con los únicos votos de su partido

José Rodríguez de la Borbolla fue investido ayer nuevo presidente de la Junta de Andalucía con el único apoyo de su partido, el PSOE, cuya abrumadora mayoría -66 escaños sobre 105- le dio margen sobrado. En el debate de ayer, los partidos de la oposición atacaron Mucho más la ausencia del presidente anterior, Rafael Escuredo, y la falta de explicaciones sobre su dimisión y su gestión a lo largo de estos dos años, que las ideas vertidas por Rodríguez de la Borbolla en su discurso.

Sus contrincantes políticos ni recogieron ni criticaron su propuesta de la contribución desde Andalucía al lanzamiento de un Estado federal. Rafael Escuredo no acudió a la sesión de ayer, presumiblemente para no verse en la necesidad de responder a alusiones sobre su salida o sobre su gestión. Y la salida de Escuredo, y en especial la falta de explicaciones del propio interesado y de su partido, fue punto de partida de las intervenciones de los portavoces de los grupos Andalucista, Comunista, Centrista y Popular.Luis Uruñuela, del Partido Andalucista, criticó la ausencia de Escuredo, calificándola como una falta a un deber elemental de cortesía a la Cámara. Felipe Alcaraz, del Partido Comunista de Andalucía (PCA), preguntó al candidato si los socialistas, al lanzar a Escuredo a la presidencia de la Junta, luchaban por la autonomía plena o luchaban contra la UCD. Arenas del Buey, centrista, dijo al respecto que lamentaba que las discusiones internas en el PSOE salieran a la luz pública con tanta violencia y hubieran creado un vacío en las instituciones autonómicas.

Hernández Mancha, de Alianza Popular (AP), exigió también explicaciones sobre la marcha de Escuredo, de la que dijo que en la calle corrían distintas versiones, que la relacionaban con la reforma agraria, con la designación del urbanista catalán Ricardo Bofill como comisario de la Expo-92, con las transferencias o con la publicación en un medio informativo -se interpretó como una alusión a EL PAIS- de unos informes con acusaciones a Escuredo, "al parecer instigados desde su propio partido".

Respuestas a sus críticos

Rodríguez de la Borbolla renunció a sus turnos de réplica al término de las intervenciones de sus rivales políticos, todas las cuales se extendieron más de la media de hora reglamentaria, y prefirió condensar todas sus respuestas al final en un solo parlamento. El portavoz socialista, Ángel López, futuro consejero de la Presidencia en el primer Gobierno de Rodríguez de la Borbolla, no defendió en su intervención el discurso del candidato, sino que rebatió las intervenciones de los grupos que le precedieron. En sus primeras palabras, Rodríguez de la Borbolla se lamentó de que cada cual hubiera hecho su discurso sin entrar en la valoración de las ideas expuestas por él en la víspera, y se negó a dar explicaciones sobre la salida de Escuredo, que éste, dijo, ya había explicado suficientemente.