El Gobierno analizó ante el Rey el estado de las negociaciones con la CEE y la situación socioeconómica
J. P. El estado de las negociaciones para la integración de España en la Comunidad Económica Europea y el análisis de la situación socioeconómica fueron los dos asuntos que acapararon la atención del Consejo de Ministros que se celebró ayer en el Palacio de Oriente de Madrid bajo la presidencia, por segunda vez desde la formación del Gabinete socialista, del rey Juan Carlos. Más de cuatro horas estuvo el monarca reunido con el Gobierno para escuchar a los cuatro únicos ministros que intervinieron: Miguel Boyer, de Economía y Hacienda; Carlos Solchaga, de Industria y Energía; Joaquín Almunia, de Trabajo y Seguridad Social; y Carlos Romero, de Agricultura y Pesca.
La conferencia de prensa que se desarrolla habitualmente tras las reuniones del Consejo de Ministros se celebró en uno de los salones del palacio de Oriente. El portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos, dijo que la integración en la CEE y la conflictividad social fueron los únicos asuntos tratados en la reunión de ayer. Aparte de unas breves palabras de don Juan Carlos y una intervención, a modo de resumen, de Felipe González, el resto de los ministros permaneció en silencio. El Rey pronunció unas escuetas palabras: "Me alegro mucho de presidir de nuevo el Consejo de Ministros para asistir a la exposición de los temas de interés que afectan a los distintos departamentos y enterarme, en consecuencia, de actuaciones, problemas o circunstancias que a todos nos preocupan"."Si bien es cierto que con frecuencia", prosiguió el Rey, "mantengo contactos con los titulares de los distintos ministerios, aparte del despacho semanal con el presidente del Gobierno, esta reunión colegiada ha de resultar, sin duda, de la mayor utilidad, y por ello os doy las gracias. Y ya, sin más preámbulos por mi parte, puede comenzar la sesión del Consejo de Ministros".
Cada uno de los cuatro ministros mencionados fueInformando al Rey, en cump limiento del artículo 62 de la. C`oristitución. que declara el derecho del Jefe del Estado a estar constantemente informado de lo que ocurre en la nación, de las responsabilidades de su departamento de cara al ingreso de España en el Mercado Común. El titular de Agricultura y Pesca, Carlos Romero, informó a don Juan Carlos que la CEE ha aceptado ya como un hecho la futura integración de España a la Comunidad; el Parlamento Europeo así lo apoya y se tiene ya idea de negociar en un futuro con los sindicatos y los empresarios sobre este punto.
En este sentido, Carlos Romero se refiriá a que había que buscar los cauces adecuados para que la agricultura española no saliera perjudicada con la integración en la CEE.
Disminuir el proteccionismo
"El ministro de,Agricultura ha dejado muy claro", manifestó Sotillos, "que es necesario convencer a los agricultores europeos de que sus problemas no están originados por la integración de España y Portugal en el Mercado Común".
Carlos Solchaga, ministro de Industria, expuso que, en líneas generales, la industria española tendrá que experimentar dos grandes cambios de cara a la integración en la CEE, además de culminar la reconversión industrial: disminuir el grado de proteccionismo y aumentar el de liberalización de la economía y cambiar nuestro sistema de patentes, ya que es muy distinto al que rige en los países de la Europa de los diez. El ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, hizo una exposición detallada de la futura situación de los emigrantes españoles tras el ingreso de Espafía en el Mercado Común y dijo que los responsables económicos de la CEE no esperaban una avalancha de mano de obra española. También destacó Almunia que el londo social europeo de la CEE favorecerá el fomento del empleo juvenil en nuestro país.
Finalmente, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, habló de que ya está en marcha el proceso de integración española en el sistema monetario europeo, que nuestra entrada en la CEE pondrá fin a largas décadas de aislacionismo y que sólo los partidos. extremistas de derecha y de izquierda se oponen a dicho ingreso, porque ello consolidará notablemente el sistema democrático.
Boyer destacó los logros obtenidos en cuanto a contención de la inflación, disminución del déficit en la balanza de pagos e incremento de las exportaciones, pero reconoció que el ritmo de desempleo es el punto que el Gobierno socialista considera más insatisfactorio desde que tomó posesión.
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