El mercado resistió la llegada del papel

La primera corrección técnica se produjo casi al inicio de las reuniones, tan pronto como se empezaron a contratar los valores eléctricos. Sin que la presencia de papel resultase abrumadora, lo cierto es que las órdenes de compra habían descendido notablemente en relación a sesiones anteriores y en general los especialistas parecían mantener una actuación expectante, cuya principal conclusión sería si el fondo del mercado continuaba dando muestras de firmeza, o si por el contrario se habían comenzado a producir los primeros síntomas de desbandada. El mercado resistió esta ausencia de compradores, e incluso al término de las reuniones algunos de los valores que habían recortado sus precios contaban con una demanda creciente, aunque selectiva.Este era, por ejemplo, el caso de Iberduero, que perdía en las primeras transacciones 1,25 puntos para cerrar recuperando un cuarto de entero y contar con una demanda, aparentemente superior a la que se había visto en el corro.

No obstante, la situación no resultó excesivamente propicia, aunque sobre algunas sociedades como Hidrola o Saltos del Nansa circularon rumores sobre operaciones financieras inmediatas. En el caso de la primera se hablaba del adelanto de un dividendo a cuenta por importe de 15 pesetas a satisfacer el día 1 de abril, operación a la que habría que añadir un desdoble de capital, a realizar en el mismo mes, en la proporción de una acción nueva por cada catorce antiguas, exigiendo un desembolso del 14% del nominal de los nuevos títulos.

En cuanto a Saltos del Nansa, se comentaba que las juntas sindicales de las bolsas habían cursado instrucciones a sus miembros para que establecieran los mecanismos pertinentes que facilitasen un incremento de 500 pesetas en el nominal de los títulos de esta sociedad que pasarían de 1.250 a 1.750 pesetas. Aunque esta operación no tenía fecha, se considera que puede ser realizada dentro de este, mismo mes.

El grupo bancario perdió una buena parte de la fuerza con que había venido empujando en los últimos días. El signo de sus saldos cambió radicalmente y pasó a quedar establecido en el mercado madrileño en 53.185 acciones sin comprador. Santander y Vizcaya eran los, únicos entre los siete grandes que presentaban saldos compradores y por tanto mejoraban dos enteros respectivamente. El resto de sus compañeros quedaban dominados por el signo vendedor y, bien repetían o experimentaban algunos recortes, como era el caso más claro del Popular, que perdía seis enteros ante los 33.043 títulos sin contrapartida compradora, aunque consiguió mantener su cambio por encima del 300%.

Una opinión generalizada entre los especialistas era la bondad de que este proceso de purga de las plusvalías acumuladas, que se está generando sin grandes descalabros para los valores punteros del mercado, pero que a la vez está constituyendo un importante respiro tras las fuertes alzas precedentes. Estos testimonios incluso llegan a apuntar la conveniencia de que este proceso se prolongue alguna reunión más para evitar el riesgo de una posible ruptura brusca del signo comprador mayoritario en las órdenes que llegan a los parqués y con ello poder de algún modo garantizar el mantenimiento de las mejoras que han caracterizado las bolsas españolas prácticamente desde que se inició el presente año.