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El congreso 'verde' de la RFA aprueba la rotación de los futuros diputados europeos

1.200 delegados del Partido Verde aprobaron el pasado fin de semana, en Karlsruhe (República Federal de Alemania), en un congreso que ha durado dos días, el programa para las próximas elecciones al Parlamento Europeo y acordaron -por una diferencia de 90 votos- la rotación de los diputados elegidos, que tendrán que dejar sus escaños tras dos años y medio, al cumplirse la mitad de la legislatura europea.

El congreso no trató, por falta de tiempo, el informe sobre la situación del grupo parlamentario y de la rotación de los diputados verdes en el Parlamento federal (Bundestag), que ha provocado fuertes controversias en los últimos meses, y la salida del ex general Gert Bastian sin devolver su mandato parlamentario al partido.La atmósfera en la sala municipal de Karlsruhe recordaba los días de la fundación del Partido Verde, precisamente en aquel lugar. Por la sala merodeaban niños pintarrajeados de punks, procedentes de una comuna de Nurenberg partidaria de la paidofilia. Había perros sueltos que ladraban de cuando en cuando, sin que los oradores o la presidencia del congreso se alterase.

En el frente de la sala aparecía el girasol, que simboliza a los verdes, con el lema "Ecologista, social, democrático de base, no violento", las cuatro ideas centrales de los verdes.

Símbolo feminista

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Al lado del emblema oficial del partido colgaban pancartas que decían: "Bajad a los gallos de sus pedestales", con el símbolo feminista; "No nuevos cohetes, sino nuevos hombres necesita el país"; "La madre Tierra no entiende de patrias".

Abrió el congreso la diputada Antje Vollmer, una teóloga protestante, que dijo que "Europa puede ser una visión fascinante o tal vez orivelliana. Realmente, Europa sólo estuvo unida en la historia bajo la potestad de la Iglesia romana y el papado. Entonces todos los países de Europa fueron desangrados con impuestos y tributos, y la curia romana poseía la mitad de toda la tierra en las regiones europeas".

La diputada verde dijo también en su discurso: "Común es hoy día en Europa la sumisión bajo la cultura norteamericana de la Coca-Cola, con sus templos de McDonald, que llegan hasta los últimos ángulos de las aldeas y las calles, mientras en toda Europa, desde Tatra a los Pirineos, (sic) se mueren los árboles".

Los 1.200 delegados discutieron el programa verde para Europa hasta pasadas las once de la noche del sábado. El proyecto original del programa incluía temas muy detallados, hasta pedir la prohibición de las corridas de toros y sacrificios rituales de animales, la pesca de las ballenas, la caza de pájaros, la captura de tortugas y la producción de foie-gras de oca; en fin, todo aquello que daña a los animales.

La declaración programática aprobada por el congreso verde dice que "la integración de Europa occidental consiste en la sumisión a la estrategia política y militar global de Estados Unidos, representada por la OTAN". La declaración deja constancia de la decepción actual ante Europa: "Lejos de los pueblos y regiones, surgió en Bruselas una burocracia inflada, costosa e impenetrable para los ciudadanos de Europa, desvinculada de todo control democrático".

Aplazado por falta de tiempo, o quizá "barrido debajo de la alfombra", quedó el problema más grave que tienen hoy día planteados los verdes: la discusión sobre el trabajo del grupo parlamentario y la rotación de los diputados en el Bundestag.

Resultado simbólico

El resultado de la votación sobre la rotación de los diputados europeos -437 a favor de la rotación y 347 en contra- demuestra que las bases del partido también están divididas en relación con este problema.

La diputada Petra Kelly declaró a EL PAIS que el resultado del congreso de Karlsruhe refleja la situación del grupo parlamentario en Bonn, y añadió que los diputados europeos se encontrarán dentro de dos años y medio con el mismo problema que tienen lo diputados del Bundestag, tras un año en Bonn.

La impresión en Karlsruhe e que las bases verdes han comenzado a tomar conciencia de la dificultad de hacer rotar a los diputados, cuando han conseguido una experiencia mínima, imprescindible para moverse dentro de las instituciones.

Otro problema latente en KarIsruhe que se palpaba a la hora de discutir el programa fue el de la existencia de fracciones que actúan bajo la etiqueta de los verdes. En la discusión programática se advirtió que unos ponían el acento en la crítica anticapitalista, y otros, en el ecologismo puro.

Entre los delegados se repartió un planfleto muy bien impreso de un grupo que se define ecolibertario, que se constituye como corriente dentro del partido.

En Karlsruhe, los verdes aprobaron la lista de candidatos al Parlamento Europeo, que se elegirán en la RFA el próximo 17 de junio.

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