El Círculo de Bellas Artes, escenario de la presentación de una colección de moda
Adolfo Domínguez, diseñador de moda, se sirvió de un vídeo, grabado en París el pasado día 5 de febrero, reproducciones de maniquíes de formas geométricas, café, té y pastas para presentar su nueva colección otoño-invierno 84-85, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Domínguez, que se ha convertido en uno de los creadores de moda más importantes del momento, ya tiene la colección prácticamente vendida, en Madrid y 120 tiendas más de Europa, Estados Unidos y Japón, según manifestó Rogelio Martínez, representante del diseñador.El Círculo de Bellas Artes, situado entre las calles de Alcalá y Marqués de Casa Riera, está recobrando, desde que tomó posesión la última junta directiva, la pujanza de antaño, cuando se utilizaba como lugar de encuentro de artistas y amantes del arte. El Círculo, que fue fundado en 1880, se convirtió durante una tarde en centro de la moda. El salón de conversaciones, reflejo de la fastuosidad y lujo que impregna el palacio, se llenó de público, integrado fundamentalmente por personas de alto poder adquisitivo, relacionadas en su mayor parte con el mundo de la cultura, que esperaban comprobar en vivo lo bien que les sientan las nuevas creaciones a los modelos. Sin embargo, no pudieron hacer otra cosa que contemplar en la pequeña pantalla, con desilusión manifiesta, las evoluciones de los maniquíes.
La elección de un local como el Círculo de Bellas Artes para la exhibición de la colección otoño-invierno se debe a un intento de reincorporar la moda a la vida cotidiana de Madrid. "El mejor hotel de lujo no hubiera servido mejor para nuestra presentación", afirmó Martínez. "Nuestro concepto del mundo tiene una alta carga estética, y éste es un lugar perfecto para exhibir nuestra ropa".
Pese a lo restringido de su distribución, el pasado año la firma facturó 1.500 millones de pesetas y distribuyó 18.000 trajes y vestidos, 14.000 pantalones y 50.000 camisas. El público que acude a las tiendas de Domínguez se caracteriza por su relativa juventud, entre 20 y 35 años. Se trata de profesionales liberales, gente relacionada con el mundo artístico y progres reciclados, convencidos de la importancia de vender imagen. En lo que se refiere a la mujer, se la puede situar entre los 32 y 40 años.
