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Cerca de 100 muertos al estallar un oleoducto en el Estado brasileño de Sâo Paulo

Sesenta y seis cadáveres habían sido rescatados, a última hora de anoche por los bomberos de la localidad brasileña de Cubatao (a 80 kilómetros al sureste de Sâo Paulo), tras la rotura y posterior explosión de un oleoducto en la madrugada del sábado, que provocó un incendio de grandes proporciones. Se teme que puedan ser más de 100 las víctimas mortales de la catástrofe, que se produjo en la favela de Soco, que alberga una población de 8.000 personas de escasísimos recursos económicos.

La tragedia comenzó con la rotura, a la altura de Cubatao, de la conducción de gasolina que va de la refinería Presidente Bernardes, la segunda más grande de Brasil, hasta Sâo Paulo. Cerca de 700.000 litros de gasolina se extendieron por toda la zona, tras estallar la conducción, al parecer debido a un exceso de presión en su interior. El fuerte olor a combustible fue detectado por los habitantes de la zona, que lo denunciaron a las autoridades. Cuando la policía daba instrucciones para abandonar la favela (una enorme concentración de pequeños barracones de madera construidos con pilotes sobre las aguas pantanosas que siguen la línea del mar, cerca de Santos), se produjo una explosión en la conducción de gasolina, que provocó un gran incendio en toda la zona.Los hechos se produjeron pasada la medianoche, cuando gran parte de los habitantes de la favela de Soco dormían, por lo que fueron sorprendidos por el fuego. Las víctimas son fundamentalmente niños y ancianos, que encontraron más dificultades para ponerse a salvo.

El número de afectados por el incendio se eleva a varios miles de personas. Mientras cerca de 200 heridos eran atendidos ayer en los hospitales de Santos, más de 800 personas que perdieron su vivienda en el incendio permanecían alojadas en el centro deportivo de Cubatao.

El gobernador del Estado de Sâo Paulo, Paulo Montoro, y el presidente de la compañía brasileña de petróleo (Petrobras), Shigeaki Ueki, se trasladaron inmediatamente al lugar del suceso para coordinar las tareas de auxilio, a las que se ha sumado personal sanitario de Sâo Paulo, Paulina, Capuava y San José dos Campos.

La favela de Soco es una barriada marginal junto a la que pasan tres oleoductos de Petrobras, de gasolina, gas licuado y aceite, desde la citada refinería de Presidente Bernardes hasta Sâo Paulo. El fuego, que no pudo ser dominado por los bomberos hasta pasadas las diez de la mañana del sábado, arrasó un área aproximada de dos kilómetros de favelas.

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