La Agencia Espacial Europea, preocupada por la escasa presencia española en sus programas

Los responsables de la Agencia Espacial Europea (ESA) están preocupados por. la poca participación española en los programas desarrollados por este organismo supranacional, y han ofrecido a las autoridades españolas la celebración de un encuentro para conseguir un mayor beneficio industrial y científico para nuestro país. España, que es uno de los 11 países miembros de ESA, deberá contribuir este año con una cuota superior a los 3.000 millones de pesetas para seguir siendo miembro de pleno derecho de la agencia, a la que pertenece desde su creación.ESA es un organismo sin fines lucrativos que desarrolla programas en el campo aeroespacial y de tecnologías de punta. Entre sus logros más importantes figura el desarrollo del cohete lanzador europeo Ariane y el diseño y construcción del laboratorio espacial europeo Spacelab.

El encuentro, cuya gestación se inició el pasado mes de enero, tras una breve visita a España del director general de ESA, el danés Erik Quistgaard, se celebrará probablemente el próximo mes de marzo en ESTEC, el centro que la agencia tiene en Holanda. Fuentes de la agencia han señalado qué el tema es considerado "delicado" por los máximos responsables de ESA, que desean una mayor colaboración con científicos e industrias españolas. España es el país miembro que ha obtenido en los últimos años un menor beneficio o retorno en contratos industriales a cambio de su participación en ESA.

El principal problema que, según todas las fuentes consultadas, encuentra la participación de industrias y científicos españoles -e incluso personal administrativo y becarios- en ESA es la poca operatividad de la delegación española en la agencia, así como el escaso presupuesto destinado a actividades aeroespaciales. Las relaciones con ESA dependen en España de la Comisión Nacional de Investigación del Espacio (CONIE), un organismo adscrito al Ministerio de Defensa, que tiene carácter civil y comparte patronato con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Los responsables de la CONIE son en su totalidad militares, lo que representa un caso insólito en Europa, donde la coordinación de la actividad aeroespacial figura adscrita siempre a ministerios civiles.

En un artículo publicado recientemente por la prestigiosa revista norteamericana Aviation Week & Space Technology sobre la industria aeroespacial española se señalaba que la depreciación de la peseta ha afectado a la participación española en ESA y ha producido una reducción del programa espacial español, situación que el Gobierno quiere cambiar. El autor del artículo, Jeffrey M. Lenorovitz, concluye afirmando: "Fuentes oficiales españolas han señalado que la propia delegación española en ESA no ha apoyado suficientemente los intereses del país. Afirmaron que se han perdido algunas oportunidades competitivas por culpa de la inactividad de la delegación. Este punto de vista ha sido compartido por cierto número de representantes de las oficinas centrales de ESA en París".

El delegado español en ESA es el general Luis de Azcárraga, de 76 años de edad. El subdelegado y vicepresidente de la CONIE es el general Segismundo Sanz Aranguez, que el pasado 7 de febrero pasó a la reserva activa. Desde hace varios meses se especula con la posible reorganización de la CONIE y, más recientemente, con el relevo de Sanz Aranguez coincidiendo con su pase a la reserva. El funcionamiento de las relaciones con ESA fue criticado recientemente en una mesa redonda sobre -La industria española ante las comunicaciones vía satélite, organizada por la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (ANIEL), donde se señaló que a menudo las empresas que pueden tener interés en concurrir a los concursos convocados por ESA reciben los pliegos de condiciones días después de haberse cerrado el plazo para concursar.

Por otra parte, el acceso a las becas que concede ESA para trabajar en distintos centros europeos de investigación se realiza mediante una petición que debe ir visada por la delegación nacional de cada país. En el caso de España, y según figura en el impreso a que ha tenido acceso EL PAIS, los aspirantes deben dirigirse al domicilio particular de Sanz Aranguez, sin que exista ningún sistema objetivo para la concesión de este aval ni intervención, como es habitual en becas internacionales, del Ministerio de Educación y Ciencia.