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UGT no quiere asumir ningún compromiso con el Gobierno hasta que los hechos, no refrenden el espíritu de negociación

Gobierno y UGT coincidieron el pasado lunes en la necesidad de buscar un acuerdo global que permita abordar la reconversión industrial sin que se reproduzcan los enfrentamientos registrados en las últimas semanas. Su concreción podría establecerse en el sector naval, próximo de los sectores a reconvertir, donde se haría un esfuerzo por ambas partes para que cualquier decisión que se adoptara contara con el consenso de los agentes sociales. Aunque los miembros de la central socialista valoraron positivamente el encuentro celebrado entre el presidente del Gobierno y los ministros de Economía, Trabajo e Industria con representantes de la central socialista, no hubo acuerdo alguno en firme y UGT no quiso asumir compromiso alguno mientras los hechos no refrenden el gesto de concertación efectuado por el presidente.

En medios del sindicato socialista se ha tratado de quitar importancia a una reunión que "únicamente ha tenido como objeto restablecer el clima de confianza necesario entre el Gobierno y la UGT". No obstante, algunos de los objetivos que Felipe González se había planteado a la hora de cursar la invitación al sindicato no han quedado resueltos. El presidente, sin embargo, no parece dispuesto a convocar a los agentes sociales con carácter inmediato, salvo que cuente con las garantías de que su gesto vaya a tener una buena acogida por parte de la CEOE y de CC OO.Por parte de la central socialista existe el deseo de no dar demasiada trascendencia al encuentro que se convirtió, finalmente, en una exposición de agravios por una y otra parte. Los representantes de UGT, según fuentes consultadas, expusieron las diferencias que les separaban de la política del Gobierno en temas como reconversión industrial, política salarial en empresa pública y concertación social. Los sindicalistas reiteraron la necesidad de establecer nuevamente el espíritu de concertación con que el PSOE llegó al poder. Y, aunque no hubo concreción en este tema, parece probable que en la reconversión naval se dará un grado de consultas mayor que el registrado en el tema de Aceriales o Altos Hornos del Mediterráneo. La idea es que no vuelva a repetirse una situación como la de Aceriales en la que la primera decisión fue rectificada tras las fuertes presiones de los sindicatos.

El naval, según las citadas fuentes, podría ser la expresión del grado de consenso a lograr en la reconversión De acuerdo con algunas informaciones, Felipe González habría reconocido ante los sindicalistas la necesidad de contar con el apoyo de UGT para llevar adelante todo el proceso. De hecho, el presidente en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista llegó a decir que había desoído el llamamiento de aparecer en los medios de comunicación hablando de la reconversión porque antes quería establecer un acuerdo con UGT.

Un nuevo gesto

Este acuerdo, sin embargo, no se produjo en la reunión del pasado lunes. UGT ha optado por esperar a que el gesto del presidente González propiciando el encuentro del lunes se vea refrendado por los hechos, antes de comprometerse en ningún sentido. Tampoco consiguió el presidente que las asperezas registradas entre líderes sindicales y miembros. del Gabinete se resolvieran por completo en el transcurso de la cena celebrada en la Moncloa. Las relaciones se han venido deteriorando en los últimos meses hasta provocar anécdotas muy significativas. En medios periodísticos se comentó el saludo que en su día se cruzaron José Luis Corcuera, de la ejecutiva de UGT, y el ministro de Industria, Carlos Solchaga, con motivo del acuerdo de Aceriales. En aquella ocasión, el sindicalista extendió ante los periodistas su mano, sin mirar al ministro. Y es público que Nicolás Redondo hace meses que no habla con determinados ministros, precisamente los presentes en la cena.Aunque fuentes de UGT desmintieron que esta central hubiera adoptado compromiso alguno, en determinados medios se ha subrayado la "coincidencia" en las, desconvocatorias de las huelgas de autobuses y metro de Madrid, justamente tras esta reunión. No parece impensable, según estas fuentes, que se produzca una oleada de desconvocatoria de movilizaciones que deje a CC OO como única responsable de las acciones de presión.

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