El padre del incendiario muerto por la Guardia Civil pide una investigación

Juan Antonio Ávila, padre del joven que murió por disparos de la Guardia Civil cuando pretendía incendiar la casa paterna en Ayora (Valencia), se ha dirigido a la fiscalía de la Audiencia Provincial de Valencia para pedir que se investigue el caso, ya que asegura contar con pruebas suficientes para esclarecer las diferentes secuencias de los hechos; que provocaron la muerte de su hijo Juan Fermín Ávila y las graves heridas del guardia civil de San Sebastián García González. Estas pruebas, según asegura Ávila, han sido entregadas esta semana a la fiscalía.El guardia civil falleció dos meses y medio después del suceso en la ciudad sanitaria La Fe, al no poderse recuperar de las heridas en el vientre que le hizo con un arma blanca el joven incendiario, el 22 de agosto de 1983. Juan Fermín falleció en el acto a causa de los disparos efectuados por la Guardia Civil, cuando intentaba reducirle por indicación de su propia familia, que había advertido al comandante del puesto de que había un desconocido en su posesión rural de Los Pepinos con intención de incendiarla.

Hasta el momento no ha comparecido un acusador particular, como sería el padre de Juan Fermín o su esposa. El sumario no había sido cerrado por el Juzgado de Requena, ante la posible recuperación del guardia Sebastían García, quien el día del suceso desempeñaba las funciones de comandante de puesto en Ayora.

Juan Fermín Ávila calificó la actuación de la Guardia Civil de "falta de pericia o exceso de confianza". Su hijo padecía esquizofrenia esporádica y en varias ocasiones había provocado conflictos con su familia y vecinos del pueblo. Militaba en el movimiento ecologista y antinuclear del Valle de Ayora, donde se está instalando la central nuclear de Cofrentes, en el río Júcar.