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XVI Juegos Olímpicos de Invierno en Sarajevo

La República Democrática Alemana copó el podio en los 3.000 metros de patinaje de velocidad femenino

Los juegos olímpicos de Sarajevo no están devolviendo a la URSS el claro dominio que ejerció en las citas invernales hasta la pasada de Lake Placid, sino todo lo contrario. La intención declarada por Marat Gramov, presidente de su comité olímpico nacional, de recuperar el mando casi perdido en 1980, cuando la RDA ganó más medallas (23 por 22), aunque los soviéticos lograran una más de oro (10 por 9), no sólo no se está cumpliendo, sino que su actuación, para su potencial, adquiere evidentes signos de fracaso.

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La RDA suma ya siete títulos, por sólo tres de la URSS, que incluso fue igualada ayer por Noruega. La URSS, que había decidido, por primera vez en su historia olímpica invernal, estar presente en todas las modalidades con el máximo número reglamentario de participantes, no está recibiendo más que sinsabores para lo que esperaba. Ayer fue una jornada más sin títulos y, lo que es más grave, casi sin medallas. Sólo obtuvo una de plata en la luge doble (el trineo de dos es sólo masculino), en la que la RDA se debió conformar con el bronce, pero quizá porque ya había cumplido en el día con los tres primeros puestos en los 3.000 metros del patinaje de velocidad femenino.La alemana oriental Karin Enke, la dama del hielo, como ya se la denomina aquí, se irá de los juegos como la máxima triunfadora, hasta ahora, con dos medallas de oro y dos de plata, aunque bien lejos de los cuatro títulos totales en disputa logrados por la soviética Lidia Skoblikova, que hizo historia en los juegos de Inrisbruck74. La soviética había ganado ya dos más en los anteriores de Squaw Valley-60 y es aún la máxima ganadora de medallas de oro en la historia de los juegos olímpicos, por delante del norteamericano Eric Heiden, que logró también la hazaña total de conseguir las cinco masculinas en Lake Placid-80.

Karin Enke, segunda ayer, tras su compatriota Andrea Schoene, en los 3.000 metros, venció en los 1.000 y 1.500 y fue segunda en 500, también tras otra alemana, Christa Rothenburger. La RDA lo ha ganado todo en el patinaje de velocidad femenino. Sólo ha dejado tres medallas de bronce para las derrotadas soviéticas. Ayer, ni eso, pues la superioridad alemana se puede permitir alternar sus ganadoras.

Gaby Sclioeribrum, plusmarquista mundial con 4.21.70, en la altitud de Medeo, en 1983, y campeona europea de las cuatro distancias en el mismo escenario, en 1984, logró el bronce. Andrea Schoene, segunda en 1.000 y 1.500, se tomó la revancha sobre Karin Enke, que la había superado también para el título mundial en Deventer (Holanda), a finales de enero. Es más baja, 1,65 metros y 58 kilos, e institutriz en la misma ciudad de Dresde, gran fábrica de patinadoras. Salió en la primera pareja y su tiempo fue ya imbatible.

En el fondo nórdico, relevos femeninos 4 por 5 kilómetros, se confirmó el triunfo noruego. Por algo este país escandinavo había clasificado en la prueba individual a sus cuatro esquiadoras entre las siete primeras (Aunli, segunda; Nybraaten, quinta; Pettersen, sexta, y Jahren, séptima). La otra gran vencedora de los juegos, la finlandesa Maria Lisa Haemaelainen, ganadora en los 5 y 10 kilómetros, fue derrotada en esta ocasión por la checoslovaca Jeriova, bronce en los 5. Ésta no sólo recuperó el minuto y medio de retraso que llevaba su equipo respecto al finlandés al comienzo del último relevo, sino que superó a Haemaelainen y dio el segundo lugar a su país con dos minutos de margen.

El fracaso de la URSS, que iba segunda y acabó cuarta, sin medalla, se debió, sobre todo, al mal relevo de la multicampeona olímpica y mundial Smetanina, que cedió más de medio minuto a la checoslovaca y a la finlandesa; a sus 32 años, parece estar acabada para el gran nivel. En la luge doble masculina, los alemanes occidentales Stagassinger y Wembacher, uno de los equipos favoritos, supieron remontar en la segunda manga el mejor tiempo anterior de los soviéticos Beloussov y Belyakov, magníficos en los entrenamientos previos y que habían ganado en esta pista de Sarajevo, el año pasado, la competición preolímpica. Sólo 40 centésimas separaron a los dos conjuntos al final, ambos a más de 106 kilómetros por hora de velocidad máxima por el estrecho canal de hielo.

Uno de los cuadros de la RDA, Hoffmann y Pietzsch, ya derrotado por los ayer campeones en el clásico Torneo de las Tres Pistas, en Koenigssee (RFA), el pasado diciembre, fue tercero. El gran fallo de los alemanes orientales fue el de Menge y Bertz, ganadores de la Copa del Mundo en lmst (Austria), el 15 de enero, quienes, por forzar en la peligrosa sexta curva, volcaron en ambas mangas y se salvaron de un gran accidente por verdadero milagro.

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