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UGT denuncia a Felipe González la subida salarial del 62% para directivos de FEVE en 1983

El personal excluído de convenio -84 directivos y mandos- de la compañía Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE), empresa estatal con unas pérdidas en 1983 de 8.500 millones de pesetas, tuvo un aumento salarial en el pasado ejercicio del 62%, según fuentes de la federación de Transportes de UGT, que ha trasladado su preocupación al presidente de Gobierno, Felipe González. La gestión de la compañía, que ha sido calificada como "escandalosa" por la central socialista, se extiende al recientemente inaugurado Transcantábrico, con cuya explotación FEVE obtendrá unos ingresos anuales de cinco millones de pesetas, frente a gastos de casi 26 millones.

El presidente del Gobierno, Felipe González, recibió hace varios días una carta del secretario general de la federación de Transporte de UGT, Victoriano Sánchez. En apenas tres folios, el dirigente sindical exponía a Felipe González su "preocupación por el desarrollo de la gestión en FEVE". Entre otras cosas, se ponía en conocimiento del presidente que el personal directivo y superior de la empresa ferroviaria, "hicieron crecer sus salarios en la masa salarial, de 158 millones en 1982 a 257 millones en 1983. Esto es, un 62,6% de crecimiento de la estructura directiva para gerenciar una empresa con menos ingresos reales, con una explosión de los gastos, con una disminución del nivel de cobertura y del nivel de tráfico, a pesar de estar arropados por un fuerte crecimiento de inversiones".Según datos recabados por la central socialista, el personal excluído de convenio ha visto aumentar su salario en algún caso en un 65%. En otros casos la subida ha sido más modesta. Pero hay salarios que se han visto aumentados en 700.000 pesetas en sólo un año. Y muy pocos han tenido incrementos inferiores a las 300.000 pesetas.

No sólo ha crecido la masa salarial de los directivos. También los gastos de personal han aumentado durante 1983 en el 24,5%. Estas subidas son menos comprensibles si se considera que, en el pasado ejercicio, el tráfico ha descendido un 3,7% en unidades, especialmente en viajeros; que el crecimiento nominal de los ingresos (7,5%) no alcanza la propia modificación de un 12% de las tarifas, y que la subvención de explotación ha crecido en un 68% respecto a 1982.

Las protestas de UGT por la gestión del nuevo equipo de Feve comenzaron el pasado año. El 24 de mayo de 1983, miembros de la central socialista protagonizaban un encierro contra el aumento de la estructura directiva, los salarios del personal superior y la política de contratación laboral de la empresa. Como consecuencia de aquellas acciones, el consejero de Feve por UGT, José María Carracedo, fue fulminantemente cesado.

El 1 de julio se celebró una reunión con presencia del ministro de Transiportes, Enrique Barón, el presidente de Feve y miembros de UGT. Se dedicidió detener el crecimeinto de la masa salarial del personal superior hasta un 12%. A fin de año, aumentó hasta un 62,2%.

Un lujo a su alcance

La mala gestión de la dirección de FEVE la extienden miembros de UGT al nuevo tren turístico Transcantábrico, que durante siete días hace un viaje de lujo de 1.000 kilómetros, desde León hasta El Ferrol. La rentabilidad no está nada clara para la central secialista. En el proyecto participan, además, Viajes Marsans, del INI, y Edelweis.Ferrocarriles de Vía Estrecha ha hecho unas inversiones en el proyecto de 250 millones de pesetas en material. El tren Transcantábrico está formado por ocho coches y dos furgones. Cuatro son coches-cama, dos coches restaurantes, otros dos van equipados con barra-bar, piano, sillones, mesas, etcétera, y dos coches más están acondicionados con biblioteca, vídeo, equipo musical de alta fidelidad y aire acondicionado.

La puesta en marcha del Transcantlábrico estuvo perseguida por la mala suerte. El 14 de julio, fecha en la que estaba previsto realizar el viaje inaugural, se desenganchó un vagón. Al día siguiente, cuando se iba a hacer una demostración ante periodistas, se inundaron los vagones por mal aconclicionamiento de la fontanería,y cuando por fin se realizó el prinier viaje, a 100 kilómetros de León, se produjo un descarrilamiento.

Estimaciones de UGT apuntan a que Feve, "si todo va bien", puede recuperar una de cada 20 pesetas. Y han mostrado sus críticas a un proyecto de turismo de lujo en una empresa que tiene líneas en explotación con pésimas atenciones para el viajero. En este sentido, han puesto como ejemplo el recorrido Bilbao-León, de 320 kilómetros y que precisa de doce horas de viaje para realizarlo. Los vagones carecen en muchos casos de servicios y calefacción. Los asientos son de madera y se producen descarrilamientos por el estado de las vías y el material rodante. A juicio de la central socialista, si se realizara la inspección que marca la ley de Policía de Ferrocarriles, el trayecto no se podría hacer.

Cuenta de la vieja

Cada viajero del Transcantábrico paga 49.500 pesetas por una semana de trayecto. En el precio se incluye alojamiento, manutención, diversiones y visitas a lugares típicos de la región mediante un autocar que sigue continuamente al tren. De las 49.500 pesetas, Feve recibe 7.000 pesetas.Haciendo la cuenta de la vieja, las fuentes de UGT calculan que, en caso de que cada viaje esté al completo -48 viajeros-, ello supone unos ingresos por viaje de 336.000 pesetas. Estimando en 15 el número de viajes anuales, los ingresos se situarían en 5.040.000 pesetas.

Los gastos anuales están calculados por la central socialista en casi 26 millones de pesetas, desglosados del siguiente modo: 3.780.000 pesetas en gastos de personal; 2.160.000 en combustible y energía, y 20 millones de amortización del material. Las citadas fuentes no incluyen los gastos de horas extras del personal de estaciones, ni los descarrilamientos que puedan producirse, ni la conservación del material o de ocupación de las vías.

Es difícilmente justificable, concluyen las citadas fuentes, que con un material como el que tiene Feve en trayectos socialmente más necesarios se acometa un proyecto "para pasear a una parte de la sociedad más acomodada y extravagante".

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