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Reportaje:Animales

La gata ha tenido crías

Después del parto, la gata pasará tres semanas con una única misión: atender a sus recién nacidos

Cuando nos cuentan o leemos los casos de madres que abandonan a sus hijos, casi siempre nos viene a la memoria el pensamiento de que los animales -inmediatamente separamos a los humanos- no hacen eso. Tenemos, por lo general, la creencia de que todas las especies cuidan de sus crías con abnegación -y a veces con peligro- hasta que los nacidos son capaces de valerse por sí mismos. La realidad es distinta, y así es frecuente el caso de aves que se desentienden de sus polladas, peces que devoran a los alevines y gatos o perros que mueren porque la pretendida madre amorosa los abandona horas de haberlos parido. Pasa que en los preciosos documentales que algunas veces vemos olvidan mostrarnos el dato.Vamos a ocuparnos del comportamiento de las gatas en los días siguientes al parto y en circunstancias normales. Cuando comienza el nacimiento de las crías en el lugar que la madre haya elegido, la gata conocerá cuanto hay que hacer, y así, a la expulsión de los animalillos seguirá una fase de aseo con la que conseguirá dos cosas: limpiar al pequeño y estimular su respiración. Por descontado que ambas serán realizadas con la lengua. Cortará el cordón umbilical con los dientes y tragará la placenta. Como entre el nacimiento de los varios gatitos de la camada habrá unos minutos, los empleará en asearse ella misma con todo cuidado. Una vez acabado el parto, la gata se tumbará arqueada, y así dará calor a los recién nacidos. Con la cabeza y lengua los guiará hasta los pezones para que se alimenten.

Durante unos días, ésa -la de atender a sus hijos- será su única y más importante misión, que sólo abandonará para beber, comer, defecar y estirarse, pero sin alejarse demasiado. Esta situación suele durar tres semanas aproximadamente. Muchas personas se extrañan al contemplar que la gata suele lamer a las crías en la zona alrededor del ano. Es absolutamente lógico, porque con ello estimula las funciones deyectivas.

Poco a poco puede alejarse algo de la camada, pero seguirá pendiente de ella, y cuando alguno de los gatitos se pierde a su vista, lo busca hasta encontrarlo y lo devuelve con los hermanos. La recuperación y traslado del pequeño lo hace la madre llevándolo agarrado por la piel del cuello. No lo daña jamas.

Entre los 12 y los 15 días, los jóvenes gatos abren los ojos y se sienten más independientes. La gata se sabe más liberada y los deja solos durante más tiempo. Como los cachorros se mueven en mayor espacio, la madre suele subirse a algún alto y desde allí los observa con facilidad.

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