_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El 'porro', el principio del fin

A la vista de lo que parece una campaña de promoción de las llamadas drogas blandas por algunos articulistas, políticos y otros personajes que van de progres (yo creo que drogarse es todo menos progreso y libertad), le agradecería la oportunidad de expresar mi protesta y rechazo a ciertos planteamientos. El Gobierno despenaliza el con sumo de estas drogas y rebaja las penas al tráfico de drogas en general, de manera que convierte a éste en el negocio más lucrativo y con menos riesgo que existe.

Al mismo tiempo, los dirigentes de las Juventudes Socialistas salen en televisión, piden la venta libre del porro -no sé si en nombre de la libertad- y además nos informan que muchos de sus chicos lo consumen y están la mar de despabilados. Mi opinión es que si Felipe González y compañeros hubieran sido fumadores de porro en su adolescencia no estarían donde están. También un señor juez, que se supone que debería ser responsable por su profesión, pero no idóneo para sentar cátedra en este tema, nos asegura en televisión que los derivados del cáñamo "no son nocivos para la salud".

Luego viene el tópico de la maldad del alcohol y del tabaco en comparación con el porro. Primero, nunca se ha promovido el alcohol entre los niños y adolescentes, que es lo que se está haciendo con el porro y drogas en general, con un éxito impresionante. En cuanto al tabaco, la comparación no tiene sentido. Estamos rodeados de fumadores empedernidos y precoces a los que en absoluto esta adicción les afecta en su comportamiento social, afectivo o intelectual.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En concreto, pienso que el Gobierno ha actuado con ligereza en este tema y que son los profesionales de la salud -Organización Mundial de la Salud y asociaciones con años de experiencia en la lucha contra la droga, ajenos a los intereses políticos y económicos- los que deben decir la última palabra. Sin olvidar la experiencia de las familias que viven el desmoronamiento de adolescentes normales, alegres, inteligentes y con intereses propios de su edad, convertidos en seres abúlicos, desmotivados, egoístas e incapaces para desarrollar ninguna actividad positiva, y eso gracias al inofensivo y promocionado porro. Y de ahí el paso próximo y casi seguro a fármacos y LSD que los convierte en verdaderos dementes; y por fin la heroína, lo único que parece preocupar actualmente, simplemente, porque el heroinómano necesita robar diariamente y perturba la seguridad ciudadana. Desde luego, el ciudadano tiene derecho a un mínimo de seguridad, exigiendo a los poderes públicos que luchen con todos los medios a su alcance contra esta lacra, que está destrozando el futuro de una parte importante (la más vulnerable por su edad) de la sociedad. La lucha contra la droga empieza impidiendo el porro y no favoreciendo su consumo, que es lo que se está haciendo. Y, por supuesto, ofreciendo alternativas de rehabilitación a los toxicómanos que no sean cárcel o psiquiátricos. /

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_