Bajas en los principales sectores del mercado

Bancos y eléctricas, los pilares de los mercados de valores nacionales, con su debilidad de las últimas jornadas contribuyeron a generar un ambiente: bursátil bastante desentonado, donde había que remitirse a actuaciones aisladas para dar un cierto curso a la esperanza. La mayor presencia de vendedores, ávidos de materializar las diferencias positivas acumuladas en las acciones bancarias, junto con una extremada cautela en los tomadores de títulos eléctricos, que aparecieron casi siempre en inferioridad frente a las órdenes de venta cursadas, determinaron esta trayectoria declinante.No obstante, algunas empresas del sector de construcción consiguieron superar estos condicionantes adversos, y en unos casos, consecuencia de declaraciones oficiales que apuntaban la necesidad de relanzar la construcción de viviendas, y en otros gracias a la aparición de órdenes de compra cursadas por inversores extranjeros, se apuntaban avances.

En este mismo sentido evolucionaron El Águila e Iberduero, valores con los que prácticamente quedó cerrado el capítulo de avances en las bolsas españolas. El Águila asistía a una resurrección desde sus propias cenizas. Tan pronto como los especialistas habían terminado de realizar las pertinentes correcciones en los precios de estas acciones tras su brutal caída y se podía comprobar que los vendedores potenciales habían materializado ya sus partidas, se dotó de una renovada aceleración a estos títulos. Los argumentos volvieron a resultar conocidos para los incondicionales del mercado. OPAS, ofertas millonarias de compañías extranjeras, mejoras espectaculares en los resultados del pasado ejercicio, eran de nuevo susurradas a los oídos de los compradores potenciales, a quienes se instaba a no perder esta oportunidad única de ganar dinero. A lo mejor esta vez va en serio. A lo mejor se trata de la historia del lobo feroz, y en esta ocasión sí aparece. Pero si no. sucediese esto y los títulos de El Aguila protagonizaran una nueva orgía alcista, posiblemente sería el momento de exigir unas; responsabilidades que hace un par de meses fueron perdonadas, no está muy claro en función a qué argumentos.

Por su arte, Iberduero se ha constituido en uno de los centros de atención preferente de los inversores institucionales. Aunque todavía se conocen muy pocas cosas concretas en las que pudiera basarse la evolución de estos títulos, para algunos especialistas está bastante claro que se ha producido un robustecimiento importante en la situación financiera de esta compañía, que la hace situarse un tanto al margen de la problemática general del sector. A partir de aquí, y en base a que se da como cierto un avance en la fecha de celebración de su junta de accionistas, han comenzado a aparecer fuertes partidas compradoras.