Un viajante, con un muestrario de 150 millones en joyas, lleva dos meses en paradero desconocido

Mariano Loriente Chinchilla, de 38 años, representante de comercio, desapareció el pasado día 7 de diciembre con una maleta en la que portaba un muestrario de joyas valoradas en 150 millones de pesetas. Casi dos meses después de su desaparición, la policía prosigue las investigaciones para tratar de localizar al repiriasentante, sin descartar que pueda tratarse de un secuestro "atípico, puesto que no existen noticias formales de los secuestradores", según fuentes policiales. La compañía de seguros, Amaya, SA, se niega, por el momento, a efectuar ningún pago hasta que no se aclaren los hechos.

El representante de comercio, que había sufrido un atraco meses antes en el barrio de Vallecas en el que le arrebataron una maleta con joyas valoradas en 100 millones, salió de su domicilio, situado en el número 19 de la calle de Puerto Idiazabal, el día 7 de diciembre a las 8.30 horas y llevó a su hija mayor al colegio. Fue después al almacén de joyería en el que presta sus servicios e inició una jornada normal de trabajo: visitó varias tiendas del ramo con el muestrario y realizó algunas operaciones bancarias relacionadas con su trabajo. Mariano Loriente llamó por teléfono a Recaredo González Pazo, dueño del muestrario que portaba, poco antes de las 13 horas para facilitar información rutinaria sobre los pedidos del día. Luego desapareció.Pilar Martínez González, esposa del viajante, denunció en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, horas después, la desaparición de Mariano Loriente. El automóvil de éste, según informó su esposa, se encontró cinco días después de la desaparición en el aparcamiento de la plaza Mayor, con el abrigo, toda la documentación y tarjetas de crédito. El coche estaba cerrado y no se encontró señal de violencia.

Por su parte, el dueño del muestrario aseguro ayer que no puede certificar que se trate de un secuestro, pero "no ponemos en duda la honradez de la persona". "Es un hombre trabajador y amante de su familia", agregó. Este almacenista de joyas sufrió hace dos años un secuestro, a cargo de tres individuos, que duró 24 horas, y la familia tuvo que pagar 15 millones de pesetas para conseguir su liberación. La policía detuvo posteriormente a delincuentes comunes como supuestos autores del secuestro.

Desde que se produjo la desaparición de Loriente se reciben en su vivienda llamadas misteriosas en las que se escuchan llantos y silbidos, según su esposa. "Sólo una vez, una mujer con acento colombiano dijo que mi esposo se encontraba bien, que estaba secuestrado y que no contáramos con él", manifestó Pilar Martínez, que asegura, asesorada por un parapsicólogo, que su esposo está vivo y retenido por alguien contra su voluntad.

El seguro no paga

Por su parte, Arturo Reneses, consejero delegado de la compañía de seguros Amaya, SA, manifestó que se desconocen, por el momento, las causas de la desaparición del viajante y que hasta que esta circustancia no se aclare el seguro no puede hacer efectivo el pago de la indemnización. "Las condiciones del seguro", añade el ejecutivo, "han sido pactadas de forma voluntaria, y hay que probar las causas de la desaparición. Así consta por escrito. En el contrato efectuado con la empresa, la infidelidad de un empleado no está cubierta, y es una posibilidad más de las muchas que se pueden barajar en este suceso en el que, por ahora, no hay nada aclarado".La compañía de seguros ha encargado la investigación de los hechos a un grupo de detectives privados, que actuan, según la compañía de seguros, como peritos de siniestros. "Cuando se aclare qué es lo que realmente ha pasado y sepamos cómo se ha producido la desaparición de las joyas, la compañia pagará", aseguró Reneses.