Guardia civil muerto por error de un compañero cuando intentaban detener a tres atracadores de una caja de ahorros
Cándido Julio Conde Casal, cabo de la Guardia Civil, resultó muerto ayer por error de un compañero, que le disparó al confundirle con uno de los tres jóvenes que una hora antes habían atracado una sucursal de la Caja de Ahorros de Ribadumia, en Pontevedra. Los tres jóvenes, que huyeron en un taxi robado, se refugiaron en una casa al ser interceptados en la carretera por dos coches de la Guardia Civil. El cabo se adelantó en su persecución y resultó muerto por el disparo de uno de los números que participaba en la acción, en medio de un intenso tiroteo cruzado, según confirmó a primeras horas de la noche de ayer una nota oficial del Gobierno Civil de Pontevedra.
Más de 70 números de la Guardia Civil y unidades especiales de la Policía Nacional tenían cercado a la hora de cerrar esta edición, el monte Castrove, en el municipio de Meis (Pontevedra), donde se refugiaron los atracadores. Uno de ellos, Santiago Pérez Pimentel, de 17 años, con antecedentes fue detenido sobre las 16.30 horas, completamente empapado, en la ladera del monte.El lugar donde se refugiaron los jóvenes, dos chicos y una chica de edades comprendidas entre los 18 y los 20 años, es una zona protegida del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (leona) dedicada a coto de caza. El área en que se está realizando la búsqueda es de unos 90 kilómetros cuadrados, lo cual dificulta considerablemente la labor de las fuerzas del orden. Además la vegetación de la zona es espesa, con gran abundancia de pinos, eucaliptos y robles.
400.000 pesetas de botín
Los tres atracadores asaltaron ayer, a las 10.15 horas, la sucursal de la Caja Rural de Ahorros del municipio de Ribadumia. En ese momento se encontraban en las oficinas tres empleados y tres o cuatro clientes. Los jóvenes conminaron a los empleados para que les entregaran el dinero en efectivo que había en la caja, consiguiendo un botín de 400.000 pesetas. Al salir, pistola en mano, amenazaron a un taxista. Marcelino Lores, para que les dejase su vehículo. Le amordazaron y le metieron en el maletero del coche, un Seat 131 de color azul. A bordo del taxi emprendieron la huida, y al llegar al cruce de la carretera de Samieira con la que conduce al monasterio de Armenteira se encontraron con un coche de atestados de la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, al que seguía otro coche de la patrulla rural de la Guardia Civil; ambos habían sido alertados del atraco. Esto ocurría a las 11.15 horas, es decir, una hora después de haber cometido el atraco a la entidad bancaria.Al verse acorralados por dos coches de la Guardia Civil, los atracadores hicieron penetrar el taxi en el patio de una casa situada en la esquina del cruce de carreteras. Allí dejaron el coche entre la casa y un hórreo. Lo cerraron con llave y se parapetaron en un rincón del patio. En este momento se produjo un intenso intercambio de disparos entre los cuatro guardias civiles y los tres atracadores, a resultas del cual recibió una bala en la sien derecha el cabo Cándido Julio Jorge Casal. La herida era mortal, y sus compañeros abandonaron el acoso de los jóvenes para trasladar al herido a un sanatorio de Pontevedra. Mientras tanto los delincuentes se adentraban a pie en la espesura del monte que estaba en las inmediaciones del lugar de los hechos.
El taxista, que seguía en el maletero, consiguió salir de su encierro por sus propios medios a base de golpear la puerta del mismo. El coche se encontraba cerrado con llave, y en su interior podían verse esparcidos por el suelo y asientos numerosos billetes de 500, 1.000, 2.000 y 5.000 pesetas producto del atraco, dos pasamontañas, guantes y un anillo de oro con una piedra engarzada.
El cabo de la Guardia Civil muerto en el enfrentamiento tenía 36 años, era natural de Arzua (La Coruña), estaba casado desde hacía cuatro años y tenía un hijo de tres años.
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