ETAm se responsabiliza del asesinato del ex capitán general de Madrid

La organización terrorista ETA Militar reivindicó ayer, en llamada telefónica al diario Egin, la autoría del atentado contra el teniente general Guillermo Quintana, que falleció asesinado el domingo en Madrid. Los autores del atentado, según fuentes policiales consultadas por este periódico, no dejaron rastros en el automóvil, por lo que la investigación se presenta difícil.Sin embargo, efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional estuvieron recorriendo ayer diversas zonas del Noroeste de Madrid, concretamente el barrio del Pilar y las localidades de Pozuelo y Aravaca, en busca de pistas sobre el comando. Los agentes se limitaban a recorrer los edificios, mostrando a los vecinos las fotografías de cinco miembros de ETA Militar para su posible reconocimiento.

Estas fotografías corresponden a Miguel Ángel Apalategui, María Belén González Peñalva, Ignacio Aracama Mendía, José Luis Sistiaga Urrusolo y José Antonio Aracama Mendía, precisamente los mismos etarras cuyos nombres ya difundió el Ministerio del Interior cuando recientemente puso en marcha el plan de seguridad Eslabón, en previsión de atentados terroristas.

El Renault 18 utilizado por el comando que atentó contra el teniente general Quintana fue robado en marzo de 1983 en la localidad guipuzcoana de Hernani a José María Uría, su propietario que presentó en el momento de la desaparición la correspondiente denuncia. Los autores del robo cambiaron el color azul del coche por el blanco actual y le pusieron la matrícula M-7344-EV, que pertenece a otro automóvil de las mismas características y del mismo color.

El propietario de este último turismo fue localizado ayer por la policía con el fin de comprobar si había sido el mismo vehículo que los terroristas utilizaron en el atentado. Sin embargo, se constató que el auténtico Renault 18 de color blanco no había sido sustraído ni utilizado en el atentado.

Por su parte, en Ministerio de Defensa tiene intención de ampliar el servicio de protección a otros militares, aunque estén en situación de reserva. Según informó Efe, en caso de que el militar al que se le adjudique una escolta se niegue a llevarla, tendrá que acatar disciplinadamente la medida.