El dólar y el endeudamiento internacional

En el discurso que pronunció ante el European Management Forum A. Clausen, presidente del Banco Mundial, sólo ha anunciado malas noticias. Según él, los países tercermundistas deberían participar, en su conjunto a lo largo de 1984, en el relanzamiento económico, que se continúa a buen ritmo en América del Norte. ( ... ) Según las últimas estimaciones de los expertos del Banco Mundial, su tasa de crecimiento debería ser del 3,5%, frente al 1 % en 1982 y el 2% en 1983, porcentajes estos inferiores a la progresión demográfica media que, aun disminuyendo, es aún un factor globalmente importante (del orden de +2%).El mantenimiento de un nivel de actividad elevado en la mayoría de los países del sureste asiático ha servido para compensar, en términosestadísticos, el dramático retroceso registrado por los países latinoamericanos. Según Clausen, harán falta muchos esfuerzos y deberán pasar muchos años antes de borrar las huellas de la peor recesión que el mundo ha conocido desde la última guerra. Pero, aunque las perspectivas a corto plazo parecen menos sombrías, especialmente gracias al esperado crecimiento de las importaciones por parte de los países ricos, -sólo podrá mejorarse esta situación de forma duradera a costa de poner en práctica una serie de dificíles condiciones. ( ... ) El presidente del Banco Mundial ha evaluado en unos 810.000 millones de dólares la deuda de los países del Tercer Mundo a finales de 1983.

( ... ) El déficit global por cuenta corriente de estos países alcanzó en 1983 la cifra de 48.000 millones de dólares, frente a los 85.000 millones de 1983. Imposibilitados para financiar a crédito una parte cada vez mayor de sus gastos, los países del Tercer Mundo se han visto obligados a introducir una serie de ajustes. Aunque Clausen no haya ahorrado críticas con respecto a la política presupuestaria estadounidense, lo cierto es que no ha Devado su análisis a las últimas consecuencias. 28 de enero