La investigación sobre el asesinato de María Teresa Mestre se centra principalmente en el entorno familiar de la víctima

La policía aún no ha procedido a la detención de ningún sospechoso en torno al asesinato de María Teresa Mestre Guitó, aunque posee ya algunos datos sobre los que encaminar los diferentes frentes de la investigación que, siempre como hipótesis de trabajo, está centrada en el entorno de la fallecida. No se descarta, sin embargo, que el crimen tenga relación con las actividades del esposo de la fallecida, el industrial Enrique Salomó, procesado en el sumario de la colza, aunque no se trata de la principal línea de investigación. Los investigadores revisaron anoche la autopsia practicada en el cadáver de la víctima, a través de una grabación de vídeo. Por la tarde, perros especializados rastrearon ayer el vertedero donde fue descubierto el cadáver.

El equipo de investigación, formado por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía y por especialistas de la Guardia Civil, posee importantes datos obtenidos en las últimas 48 horas a partir del estudio del cadáver. Según experto criminalistas, los datos de que se dispone en estos momentos llevan a la conclusión de que puede tratarse de una acción llevada a cabo por una persona conocida de la familia Salomó o conocedora del en torno de la fallecida. Más que la obra de un sádico, hipótesis también lógica, dado el estado en que apareció el cadáver, el seccionamiento puede tratarse, en opinión de estos especialistas, de un "método práctico de deshacerse de cadáver".Esto lo explican diciendo que la fallecida, que murió a causa de un golpe en la nuca, pudo ser asesinada en un local cerrado, probablemente una vivienda. El hecho de dejar desangrar el cadáver y posteriormente seccionarlo en varia partes ha podido ser, a juicio de estos expertos, un recurso del asesino para deshacerse mejor de él; no levantar las sospechas que ofrecería cualquier bulto con las dimensiones de una persona, y evitar riesgos en el traslado.Sin embargo, según fuentes policiales, lo que sí se sabe ya es que el cuerpo de María Teresa Mestre fue seccionado, ya cadáver y desangrado, sobre una superficie plana, probablemente una amplia mesa. Este dato se obtuvo tras la inspección a que fue sometido el cadáver por especialistas del departamento de indentificación, entre los que se encontraba uno de los principales expertos en ésta materia, que viajó expresamente desde Madrid a Tarragona.

Este especialista, cuyo nombre no fue facilitado, parece que ha aportado datos importantes en torno a la sierra con que fue seccionado el cadáver. Existe ya, al parecer, un diseño bastante perfeccionado, del tipo de herramienta que utilizó el homicida, así como de sus posibles defectos o deformaciones. La impresión que se sacó al término de esta inspección fue que se trataba de "un crimen realizado con una gran meticulosidad".

Cautiverio cómodo

Un dato, no obstante, que se considera importante, y que la policía no revela en modo alguno, es el estado de higiene en que apareció el cadáver. En caso de que la mujer asesinada, tras 15 días de secuestro, apareciera en unas condiciones de higiene normales, se plantea la hipótesis de que tuvo "un cómodo cautiverio" o que siempre según las especulaciones, nunca estuvo secuestrada, lo que induciría a pensar en que conocía perfectamente a su asesino.Probablemente este dato, y otros con los que trabaja ya la policía -entre los que pueden estar la confirmación de que tanto las joyas como los guantes y las monedas encontradas en su interior no fueron "colocadas después de muerta, sino que las llevaba puestas María Teresa desde momentos antes de que se produjera el asesinato"-, han podido ser determinantes en la línea de investigación que sitúa al asesino hipotéticamente próximo al entorno de la familia Salomó.

Un aspecto sobre el que la policía investiga en las últimas horas, a pesar de que incialmente, según las fuentes consultadas, se presenta extraño, es la nota mediante la que se solicitaba el rescate, que nunca se llegó a pagar y sobre el que su emisario jamás incidió. Cabe la posibilidad de que la exigencia económica mediante carta, ya que parece descartarse el móvil económico, pudiera ser obra de una persona ajena al caso o de un intento del asesino de despistar a la policía de sus intenciones.

Por otra parte, Enrique Salomó, acompañado de sus hijos Enric y Maite, se reunió por espacio de dos horas con el gobernador civil de Tarragona, Vicente Valero, para estudiar su posible mediación ante la Audiencia Nacional con el objetivo de conseguir una prórroga del permiso de libertad vigilada de que ha disfrutado el industrial hasta las 8 de la mañana de hoy y protección policial para la familia.