Fernando Colomo, un fotógrafo en Nueva York
La línea del cielo, quinta película del realizador Fernando Colomo, se estrena hoy en los cines Imperial y Cartago, de Madrid. Rodada en sólo cinco semanas, la cinta recoge la experiencia profesional y vital de Fernando Colomo en Nueva York, ciudad a la que se trasladó inicialmente para vivir una temporada y que le impresionó hasta el punto de considerar necesaria la filmación de esta película.El argumento sobre el que Colomo revive sus experiencias se asemeja al que él utilizo para viajar a Nueva York. Un joven fotógrafo español -Gustavo, interpretado por Antonio Resines- decide ampliar sus conocimientos técnicos, y para ello, nada mejor que seguir unos cursillos en Nueva York. Allí conoce a muchas personas, cuya forma de vida y objetivos son coincidentes. La historia está contada en clave humorística, bajo el fondo musical de Manzanita.
Fernando Colomo, cineasta madrileño de 38 años, asegura estar muy satisfecho del resultado. "Para mí, fue una liberación. Pude realizar una experiencia única para mí. Si en las anteriores ocasiones tuve que empezar por un proyecto, un guión, buscar productor, exteriores e interiores, esta vez vi la película rápidamente. Di un telefonazo a Antonio Isasi y enseguida se interesó por la idea. El operador Angel Luis Fernández y el actor Antonio Resines integraron el equipo sin vacilación alguna". "¿Que a quién puede interesarle la película?", prosigue Colomo: "pues, de entrada, a todos aquellos que quieren salir al extranjero. No sólo a Nueva York, sino a cualquier otro punto de fuera de España. En San Sebastián, unos franceses me confesaron que las experiencias que yo narro en el filme las habían vivido ellos en Inglaterra. Es un tema universal, contado en forma de historia convencional y sin entrar en el cinéma-vérité ni en el documental, que podría ser aburrido".
Una vez estrenada su última realización, Fernando Colomo tiene ya nuevos proyectos. Esta vez abandona los bajos costos y reducidos equipos de trabajo -La línea del cielo contó con un presupuesto de 40 millones de pesetas para dedicarse a una nueva historia. "Es un cuento medieval en el que ocurren múltiples complicaciones, pero no quiero adelantar pistas sobre el proyecto".
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