Procesada una joven que arrancó un brazo al parir sin ayuda, a un niño que nació muerto
La joven Neus G. G., de 20 años de edad, ha sido procesada por un presunto delito de imprudencia temeraria, por el daño causado al niño que iba a nacer cuando intentaba dar a luz ella sola el día 26 de marzo del año pasado. En el esfuerzo por extraer a la criatura, Neus G. G. tuvo que tirar tan fuerte que le arrancó un brazo. Finalmente, la parturienta tuvo que ser trasladada al hospital para concluir el parto, al que no sobrevivió el niño.La magistrado juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Gerona, que entiende el caso, ha declarado a EL PAIS que "se acusa a Neus G. G. de un delito de imprudencia, porque, aunque no era su voluntad matar al niño, sí que pudo en cambio evitar que se produjera este resultado" .
Por el delito que se le imputa, la joven procesada puede ser condenada a la pena de arresto mayor, que oscila entre un mes y un día y seis meses de cárcel.
Neus G. G. vive en Ventalló (Gerona), en el barrio de Montiró, con su padre, un hermano y otra hermana, y se ocupa de las tareas de la casa Aquel 26 de marzo, Neus intentó dar a luz en su habitación, sin avisar a nadie, pues había mantenido en secreto su embarazo. Lo había conseguido gracias a que acostumbraba a llevar ropas amplias. Al, producirse. el desgarramiento del brazo, se inició una fuerte hemorragia, que obligó a la parturienta a pedir ayuda. Su familia avisó al médico de la población, quien ordenó el inmediato traslado aun centro hospitalario de Figueres.
El niño ha muerto
Una vez en la clínica, los especialistas del centro advirtieron que la paciente había cumplido el plazo de gestación y que se encontraba en pleno parto. Al extraer a la criatura, los médicos comprobaron que estaba muerta, y advirtieron con horror que al recién nacido le faltaba un brazo.Ante lo irregular del caso, los responsables del centro sanitario informaron a la policía, que, a su vez, comunicó el hecho al juez de instrucción. El juez ordenó el registro del domicilio de la muchacha, y en su habitación fue hallado el miembro que le faltaba a la criatura. Las investigaciones judiciales parecen concluir que Neus G. G. arrancó el brazo del bebé en un intento desesperado por extraérselo ella misma.
Según informaciones recogidas en la población, las razones de la actitud de la joven, podrían ser consecuencia de hechos acaecidos hace algún tiempo. Se atribuye el temor de la muchacha a las cerradas convicciones de su padre, de quien se dijo que había infligido un severo castigo a la hermana mayor de Neus cuando tuvo conocimiento de que se hallaba embarazada sin haber contraído matrimonio.
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