La investigación científica en España
La drástica reducción de las becas de formación del personal investigador nos conduce, desgraciadamente, a la constatación, una vez más, de la escasa ayuda y atención que este país concede a la investigación.Publicadas en el BOE del pasado 4 de enero, representan una disminución, en relación con el año pasado, del 50% en todas las universidades españolas. Dado que estas becas constituyen hoy en día el único medio para realizar el doctorado, al estar cerrada la vía de los profesores ayudantes, esta medida conduce a una situación demencial. En el caso concreto de Málaga, supone que las expectativas de nuevos doctores para 1987 en toda la Universidad de Málaga se reducen a seis personas.
¿Es esto una política científica congruente? ¿Es éste el aumento en la dotación presupuestaria destinada a investigación de que tanto ha alardeado el Gobierno? ¿Se puede hablar de reforma universitaria cuando, a la vista de esto, parece intentar perpetuarse el modelo de Universidad limitada a la práctica docente y como mera expendedora de títulos?
Se cortan de raíz los desarrollos de nuevos equipos de investigación, el material tecnológico científico duerme el sueño eterno en los departamentos por carecer de personal que los utilice. ¿Qué estímulo puede dárseles hoy día a los jóvenes universitarios que observan cómo compañeros con cualificados expendientes ni tan siquiera pueden realizar la tesis doctoral?
El viejo lema que inventen ellos, sigue, por desgracia, estando a la orden del día en la tercermundista política científica española./
