Un grupo de delincuentes comunes reivindica por carta el secuestro de la esposa de Salomó
María Teresa Mestre Guitó, esposa del industrial aceitero Enrique Salomó, procesado en el caso de la colza, ha sido secuestrada por un grupo de delincuentes comunes, según han explicado a EL PAÍS fuentes de toda solvencia próximas a la investigación. Los autores, que parecen querer confundir a la Guardia Civil haciéndose pasar por afectados por el aceite de colza desnaturalizado, reivindicaron el secuestro en una carta que fue recibida anteayer en el domicilio familiar de la mujer, quien se encuentra en paradero desconocido desde el día 9 de enero. Los investigadores, que no dudan de la autenticidad de la reivindicación, esperan que esta semana se concrete la petición de rescate.
El texto dirigido por los secuestradoresa la familia Salomó está firmado por unas iniciales que parecen un intento de suplantar la personalidad de un supuesto grupo de afectados por el caso del aceite de colza, aunque la redacción y los términos de la carta, escrita con faltas de ortografía y una, extrema, tosquedad, inducen a los investigadores a descartar Ia posibilidad de que los autores sean realmente algunas de las víctimas de esta intoxicación.Por el contrario, la investigación se centra ahora en torno a un grupo de delincuentes comunes. También se baraja la posibilidad de que alguno de los implicados hubiera tenido alguna relación con Enrique Salomó en la cárcel de Tarragona.
La hipótesis que las fuerzas policiales barajan ahora, después de conocida la existencia de la carta que reivindica el secuestro, es que un grupo de delincuentes comunes, deslumbrado quizá por la aparente fortuna de Salomó, está detrás de la operación. Fuentes próximas a la familia han explicado, sin embargo, que los Salomó sólo poseen algunas fincas que se hallan intervenidas a causa del procesamiento del industrial.
En la carta, los secuestradores aseguran que María Teresa Mestre se encuentra en buen estado de salud y que no sufrirá daño alguno si la policía se mantiene alejada del caso. Añaden que la mujer será liberada cuando se pague el rescate. Según fuentes solventes, la carta no especifica la cantidad de dinero exigida, aunque otras fuentes explicaron que los secuestradores avanzaban ya la cantidad de 25 millones de pesetas.
Algunas de las características de la carta hacen que la Guardia Civil no dude de la autenticidad del texto, en el que los secuestradores aseguran que antes del sábado darán pruebas de su autoría y concretarán las instrucciones para el pago del rescate. En los últimos días se había descartado ya la posibilidad de que María Teresa Mestre se hubiera suicidado o hubiese desaparecido voluntariamente.
En el piso de los Salomó, en Cambrils, un amigo de la familia explicó ayer, de una forma insistente, que "no se ha recibido ninguna llamada explicando dónde está María Teresa". La misma persona declaró que los hijos del matrimonio, Enric, de 19 años, y Maite, de 21, habían acudido a la prisión provincial de Tarragona "para visitar a su padre". Al parecer, en los últimos días, Enric Salomó ha suffido una fuerte depresión, y sus hijos acudieron a la prisión para darle las últimas novedades y tranquilizarle.
Al salir de la cárcel, los hijos de Salomó declararon que su padre estaba esperando que le concedieran la libertad provisional, para ayudar a la activación de las gestiones que permitan a la Guardia Civil encontrar a su esposa.
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