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Los 'lendakaris'

Las próximas elecciones autonómicas de Cataluña y Euskadi vuelven a dar protagonismo a Jordi Pujol y Carlos Garaikoetxea, máximos optantes al triunfo electoral. La presunta victoria de Garaikoetxea no sorprende a nadie, y las apuestas cuantifican sobre todo los votos que el Partido Nacionalista Vasco va a dejar a sus antagonistas. La historia del PNV y la buena imagen del actual lendakari conforman una propuesta electoral casi iricontestable. Pero son muchos los españoles sorprendidos ante la sospecha de que Jordi Pujol pueda renovar su mandato en Cataluña. Pujol ha tenido peor prensa en todo el Estado que Garaikoetxea, inútil compensación a la buena prensa, cada vez mejor, que tiene en Cataluña.Cuantas más agresiones o insuficiencias reciba Jordi Pujol desde el exterior de Cataluña, más reforzada será su candidatura. Se quiera entender o no, desde la conciencia catalana mayoritaria, la relación entre Cataluña y España es una relación de dominado y dominante, y en las ocasiones en que se ha estado a punto de ganar al Real Madrid siempre ha habido un Guruceta para pitar un penalti a tiempo. El Real Madrid, naturalmente, es algo así como una Real Metáfora.

A lo largo de la historia, razón e instinto se mezclan para conformar en Cataluña una conciencia victimaria, que, hoy por hoy, es tan realmente existente como el sentimiento patriótico de los militares o el atlantismo de Felipe González. Lo peor que le puede ocurrir a alguien que tenga manía persecutoria es que le persigan de verdad, y el desahucio estatal de Jordi Pujol le convierte en un símbolo de la incomprensión que asume una parte importante de la comunidad que come el mismo pan y bebe el mismo vino que Jordi Pujol. La presión crítica del resto del Estado ha conseguido convertir a Núñez en un símbolo de la catalanidad. Es un ejemplo, propuesta de meditación, para cuantos desde las Españas desean que Pujol no venza. Si éste es su empeño, que no hablen del lendakari catalán ni para mal ni para bien, porque cuando es para mal se entiende así, y cuando es para bien no se entiende.

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