Muestra antológica de González Bernal, pintor silenciado durante los últimos 50 años

La ciudad de Zaragoza rinde un homenaje al pintar, escritor y pensador González Bernal -después de 50 años de que no se mostrara su obra ni se hablara de él- con una exposición antológica organizada por la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, que permanecerá abierta en el centro de congresos y exposiciones de dicha entidad hasta el 28 de enero y que en los días que lleva abierta está siendo visitada por numeroso público.

González Bernal murió cerca de París en 1939, cuando sólo tenía 31 años, truncándose así la carrera de un pintor de amplio futuro y "uno de los aragoneses más importantes del siglo", según han señalado algunos críticos. Tuvo relación con el movimiento superrealista de París, ciudad a la que llegó en 1929, en la que compartió sentimientos e inquietudes con Luis Buñuel, Dalí, Arp, Tanguy y otros; el noviazgo del artista con la hija del escritor Corpus Barga, y numerosas anécdotas y amistosas relaciones en el mundo de la poesía, la música y el teatro, el cine y la literatura completan las coordenadas de la vida y obra de González Bernal.La exposición que ahora ofrece la Caja en colaboración con el Museo Español de Arte Contemporáneo consta de 97 obras de las diferentes etapas del pintor: cubista, no superrealista, presuperrealista y superrealista. El montaje de la muestra se inició en 1978 a iniciativa del doctor Julián Vizcaíno, propietario de numerosas obras y documentos de González Bernal y depositario de otras, conocedor de la vida y obra y gran amigo del pintor. El doctor, Vizcaíno falleció y terminó el montaje de la exposición un grupo de personas seleccionado por él mismo, y esta muestra constituye un hito en la vida cultural zaragozana.

Juan José Luis González Bernal nació en Zaragoza en 1908, estudió el bachillerato en los Escolapios y posteriormente hizo peritaje mercantil; a los 14 años ingresó en la Escuela de: Artes y Oficios, figurando en la matrícula como aprendiz de joyero. En 1927 abandonó Zaragoza, ciudad que nunca le entendió, y recaló en Barcelona; dos arios después marcharía a París, donde conoció a Julen Supervielle, que le presentó a diferentes artistas.

El 9 de junto de 1930 acudió a la Asamblea Internacional de la Confederación del Trabajo de Madrid y en septiembre llega a Zaragoza, diseña la cubierta de Campesinos y Circo para la editorial Cenit e ilustra un libro de Rodríguez Pintos.

A partir de este momento, su vida es bastante ajetreada con motivo de viajes a Madrid, Bilbao, Santander y San Sebastián, para, al parecer, conocer a García Lorca. En 1931, el Museo de Arte Moderno de Madrid adquiere el cuadro titulado Maternidad, y junto con otros artistas ilustra una obra de Ramón y Cajal. En 1934 reside unos meses en Barcelona y regresa a París, en donde corregirá la tipografía de la revista Minotaure e ilustra diversos catálogos; entre ellos, el de College d'Espagne.

En 1939 es llamado por Arturo Soria para organizar con él, en Madrid, el Servicio de Información (luego Ministerio de Propaganda), siéndole encomendada la supervisión de las diferentes actividades dentro del terreno artístico. A los dos meses se le agudiza la tuberculosis pulmonar y Arturo Soria le recomienda que vuelva a París, ciudad a la que llega después de ir a Valencia y Barcelona, en donde su amigo Julián Vizcaíno le colapsa una baverna pulmonar. En la capital francesa trabaja en la Oficina de Turismo* y Propaganda de la República. El 18 de noviembre de 1939, tras ser trasladado de un sanatorio. suizo a las cercanías de París, muere "aquel joven tímido y abúlico y a veces apasionado". Intelectuales, amigos y estudiosos coinciden en señalar que ese día Aragón perdió a uno de sus hijos más importantes del siglo.

Provocadoras exposiciones

González Bernal ha sido calificado como el pintor aragonés más decididamente superrealista, tanto por su obra como por sus provocadoras exposiciones, en 1930 y 1931, en el Rincón de Goya y en el Centro Mercantil. La ciudad de, Zaragoza, sin embargo, no acogió ni comprendió al pintor: "Soy extranjero en mi tierra, paso incomprendido por ella y torno a París", aseguró en una ocasión.Otra de las facetas de González Bernal fue la literatura, frases ingeniosas o greguerías, poemas y otros presagios. En el catálogo que acompaña a la exposición, el profesor Agustín Sánchez Vidal recoge algunas de ellas: "Llueve y el tejado de mi galería es un tambor donde las gotas de agua se estrellan; la percha de mi cuarto es el árbol donde me ahorco todos los días". O el consejo que dio a los espectadores de su obra: "Mire usted despacio. Para penetrar en mis cuadros tiene usted que abstraerse, olvidando el ambiente mezquino que nos rodea". En cierta ocasión, cuando alguien le dijo que estaba loco, le contestó: "En arte nuevo, con un sombrero y una americana puede hacerse un paisaje delicioso; no es necesario pintar. Dibujar con pinceles es más difícil de lo que suponen los academicistas".