Rectificación en los periódicos

Llevo varios días esperando verle hacer una rectificación, y ya he perdido toda esperanza.Cuando ya todo el mundo sabe que el accidente de Barajas se debió a un fallo humano, cuando ningún organismo internacional ha puesto en entredicho nuestras instalaciones, cuando usted se ensañó despiadadamente con el señor Barón como si tuviese algo personal contra él, ¿por qué, señor Cebrián, no ha tenido usted la valentía de reconocer que fue injusto con esa persona; por qué no reconoce que no hubo en su postura esa mínima filantropía que debe de haber con todo ser humano; por qué no entiende que no se puede despellejar a un hombre sin tener pruebas, y por qué ustedes, los periodistas, siempre se consideran dioses y nunca rectifican?

Son muchas las cartas que he escrito a ese periódico y nunca me han justificado su no publicación. ¿Cómo voy a pensar que tenga usted el valor de admitirme esta crítica? Quizá fuera peor, porque vendría seguida de otra carta donde se insultaría al señor Barón, porque ése es su juego.

Me basta, señor Cebrián, con saber que la ha leído usted y que puedo seguir diciendo a mis alumnos del instituto que así se hace periodismo en nuestro país, que no espero nunca que un periódico reconozca que se ha equivocado o que se ha excedido en su trato al prójimo. /