El 'hombre fuerte' de Nigeria afirma que su país cumplirá los compromisos exteriores

Nigeria hará frente a sus compromisos internacionales, aseguró ayer el nuevo hombre fuerte, Mohamed Buhari, en su primera conferencia de prensa, en la que también aseguró que los militares que derrocaron el pasado sábado al presidente Shehu Shagari no contemplan, de momento, la posibilidad de vuelta a un régimen civil.

Según Buhari, el Ejército nigeriano no podía permanecer inactivo ante la "ineptitud y la insensibilidad" de los gobernantes civiles y tuvo que intervenir para hacer cesar el "despilfarro económico".El general Buhari se refirió extensamente a los problemas económicos, y más concretamente financieros del país, cuando se han negociado ya varios re escalonamientos de la deuda exterior y continúan las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Una posición débil

El nuevo hombre fuerte de Nigeria, ha admitido que el país no se encuentra en una posición fuerte y que, por tanto, tendrá que aceptar "términos de crédito desagradables", en indirecta alusión a la posibilidad de una devaluación de la moneda nacional, el naira.Buhari dejó muy en claro que una de las prioridades máximas del régimen será la de restaurar la credibilidad nigeriana honrando los compromisos internacionales.

El general nigeriano reafirmó que se continuará en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y que, en el caso de que alguna vez se plantee la posibilidad de una salida del organismo, habría previamente un proceso de consultas internacionales.

Buhari, que hizo el inventario de los déficit públicos acumulados en los cuatro años de Administración civil, aseguró que probablemente habrá procesos públicos. "Intentaremos recuperar por medios diplomáticos", dijo, "el dinero salido fraudulentamente del país. Tenemos necesidad de ese dinero". Buhari añadió, un tanto enigmáticamente, que "ciertos políticos son más investigados que otros".

En lo que concierne a la política exterior nigeriana, declaró, a propósito del régimen racista de Pretoria que, "si los surafricanos quieren la libertad, deben conquistarla y para ello, pagar un fuerte precio".

El riesgo de caos

El miércoles, Buhari se había reunido con diplomáticos occidentales, a los que dijo que el sistema político que había existido en el país con anterioridad al golpe de Estado no había sido "una auténtica democracia" y que Nigeria, durante los últimos años, había estado "esclavizada por un puñado de personas que habían estado compartiendo la riqueza entre ellos mismos y que estaban decididos a permanecer en el poder a toda costa".En opinión del máximo dirigente del nuevo régimen militar, el asesinato y el soborno fueron los factores decisivos en las elecciones celebradas el pasado mes de agosto (en las que Shehu Shagari fue reelegido presidente por un amplio margen) y que la continuación de tales actividades habría conducido al país al "colapso económico y al caos político".

Casi todos los principales dirigentes del nuevo régimen, conocidos hasta ahora, empezando por el propio Mohamed Buhari, son militares jóvenes, en la cuarentena, y de las regiones musulmanas del norte del país, de donde también era originario el depuesto Shagari.

No obstante, el próximo Gobierno no contará más que con una pequeña minoría castrense, según fuentes dignas de crédito de Lagos. Se considera que los hombres de uniforme podrán ocupar en el nuevo Gabinete no más de un tercio del total de 18 ministerios federales que existirán en el nuevo organigrama administrativo, si bien el poder efectivo residirá, básicamente, en el Consejo -Militar Supremo.

Numerosos políticos del derribado régimen civil están siendo buscados por los nuevos dirigentes militares. El miércoles, se lanzó un llamamiento desde la televisión para que la población ayude a localizar a algunos de los más próximos colaboradores de Shehu Shagari. Éste se encuentra encarcelado, si bien no se sabe si será o no sometido a juicio. También está en prisión el que fuera vicepresidente, Alex Ekweme.