El Ayuntamiento de Reus investiga un suicidio en calabozos municipales

El Ayuntamiento de Reus (Tarragona) ha abierto un expediente informativo en relación con los sucesos acaecidos en el calabozo municipal la noche del 28 de diciembre pasado, que acarrearon la muerte por suicidio de Isidro Baliño Caballero, de 55 años de edad, quien fue detenido cuando se encontraba en evidente estado de embriaguez.

Al parecer, los agentes de la Policía Municipal de servicio aquella noche no le registraron a fondo en el momento de ingresarlo en el depósito carcelario municipal, dejándole puesto el cinturón que portaba, que utilizó para ahorcarse.

Isidro Baliño ha sido conceptuado como una persona con habituales y graves problemas de alcoholismo. Era conocido también por sus frecuentes estancias en las dependencias policiales. Sin trabajo fijo, había estado internado una temporada en el Instituto Psiquiátrico Pere Mata, de Reus. A pesar de la reacción de los policías municipales, se ahorcó con el cinturón que no se le había retirado. El Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de la ciudad se ha hecho cargo del caso.

La concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Reus, por su parte, ha iniciado una investigación oficial para establecer el alcance de la responsabilidad de los agentes de la Guardia Urbana que se hallaban de servicio y la posibilidad de una negligencia.

Competencias

Para el concejal Isidre Guitart no se ha producido negligencia de ningún tipo y el suceso plantea una vez más la cuestión de las competencias de los cuerpos de seguridad municipales. Es práctica habitual en Reus que todas las personas detenidas, aun las que lo sean por miembros de la Policía Nacional, sean custodiadas en los calabozos municipales, bajo la vigilancia de agentes de la Guardia Urbana, hasta que la autoridad judicial decide su puesta en libertad o bien su ingreso en la prisión provincial.La permanencia de personas detenidas en los calabozos municipales ha planteado problemas en anteriores ocasiones. El pasado verano, en Tarragona, un súbdito alemán recogido de la vía pública bajo los efectos del alcohol se suicidó en los depósitos carcelarios del ayuntamiento, utilizando una manta.