Los nombramientos efectuados en el pleno del PCUS atenúan la preocupación provocada por la ausencia de Yuri Andropov
El líder soviético, Yuri Andropov, prolongó ayer su larga desaparición, que dura ya más de cuatro meses, al no presidir el pleno del comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Sin embargo, la serie de nombramientos para el Politburó y el Secretariado decretados en ese pleno -que son, prácticamente, los primeros de cierta importancia que tienen lugar desde que Andropov llegó al poder- hacen pensar que el enfermo secretario general del PCUS y jefe del Estado de la URSS sigue manteniendo bien firmes, aunque desde la sombra, las riendas del poder.
"Lamento profundamente que, por causas temporales, no pueda asistir a la sesión del pleno", se lamentaba Andropov en el largo discurso de más de 30 folios que fue leído en su nombre en la apertura de la reunión que comenzó ayer y finalizará hoy. La ausencia de un secretario general en un pleno del PICUS es insólita y ayer, en Moscú, los observadores occidentales buceaban en sus archivos para encontrar un precedente. Ausente de la vista del público desde el pasado mes de agosto, el líder soviético protagonizó ya el 7 de noviembre otro hecho insólito al no asistir al desfile conmemorativo de la revolución bolchevique, que todos los años congrega en la Plaza Roja a la plana mayor del Kremlim.Observadores occidentales habían barruntado posibles peligros políticos en la prolongada desaparición de Andropov, que, oficialmente, sigue debiéndose a un modesto resfriado. En algunos círculos se había comentado que el líder de la URSS no podría mantener desde la sombra las riendas del poder y que sería un blanco fácil de sus oponentes, los llamados breznevianos, cuyo liderazgo se atribuye al número dos, Constantin Chernienko, de 74 años.
Sin embargo, los nombramientos surgidos del pleno del comité central, que ayer se abrió en Moscú, parecen indicar todo lo contrario: por primera vez desde que, en noviembre de 1982, Andropov accedió a la secretaría general del partido, se producen varios nombramientos importantes en los dos órganos más importantes del PCUS: el Politburó (Gobierno de hecho de la URSS) y el Secretariado del comité central (centro de la burocracia del partido, que en momentos como los actuales -dos meses antes de que se elijan o reelijan los cargos medios y los responsables regionales y locales- tiene aún mayor importancia que de costumbre).
Dos hombres considerados como muy cercanos a Andropov y algo marginados en la era Breznev pasaron ayer de ser miembros suplentes a ser miembros titulares del Politburó: el ex embajador en La Habana y actual jefe del Gobierno de la República rusa, Vitali Vorotnikov, de 57 años de edad, y el ex jefe del Gobierno de la República rusa, Mijail Solomentsev, 70 años. Más significativa aún era la designación como miembro, suplente del Politburó de Victor Chebrilov, de 59 años, a quien Andropov nombró jefe del KGB (Comité de Seguridad del Estado, que presidió durante 15 años el actual líder de la URSS), sólo un mes después de acceder a la secretaría general del partido. Del nuevo miembro del Secretariado del comité central, Yegor Ligachov, 63 años, se sabe, sin embargo, menos, pero todos los observadores lo clasifican como tecnócrata y parece, pues, destinado a abrir el paso de los nuevos pragmáticos en el paisaje del PCUS.
Los tecnócratas 'andropovianos'
El hecho de que estos cuatro nombramientos -que por su cantidad y nivel son los primeros de importancia que se producen en los casi 14 meses de era Andropov- no hayan dado ninguna oportunidad a los burócratas breznevrianos desmiente la supuesta capacidad de resistencia que se atribuía a esto!; frente a las ínfulas de los tecnócratas andropovianos. La larga enfermedad del jefe del Estado y secretario general del PCUS no le ha quitado poder y en Moscú se comienza a pensar que, de momento, es muy improbable un golpe de mano de los sectores más conservadores del partido.
Por lo demás, en los mentideros occidentales de la capital soviética se consideraba ya como muy improbable que Andropov asista mañana a la sesión ordinaria del Soviet Supremo (Parlamento), que ha de aprobar los planes económicos a seguir en el nuevo 1984. Esta reunión tendrá lugar este año con más de un mes de retraso y su aplazamiento, sin duda, fue debido a la enfermedad que aqueja al líder de la URSS.
Control a distancia
Supuestamente aquejado de una complicación renal que le obliga a mantenerse enclaustrado, Andropov es, después de Lenin, el primer líder soviético que continúa manteniendo el poder desde un retirado lugar, de las afueras de Moscú. Si bien Lenin fue aparentemente perdiendo poder durante los últimos años de su vida -unido al Kremlim por una débil infraestructura técnica, compuesta por un par de teléfonos de fabricación francesa, según se puede ver hoy en el museo instalado en la casa en la que murió, en las cercanías de la capital-, Andropov parece gozar aún de una buena cabeza.Según círculos occidentales que afirman estar bien enterados, el jefe del Estado se encontraría también en las proximidades de la capital, en una casa de campo cercana al complejo de descanso que los dirigentes del PCUS tienen en el noroeste de Moscú, dotada de los necesarios medios médicos -riñón artificial, incluido-. Los más de cuatro meses de ausencia de Andropov han dado, no obstante, lugar a todo tipo de rumores: desde su muerte -propagada en los círculos financieros londinenses- hasta su supuesta aparición, como llegaron a afirmar algunos periódicos norteamericanos y la propia agencia española EFE.
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