El deterioro del hospital de Valle Hebrón hace desviar enfermos a centros de rehabilitación privados
Los trabajadores del departamento de rehabilitación de la ciudad sanitaria de Valle Hebrón han dirigido un informe al director general de Ordenación y Planificación Sanitaria de la Generalitat en el que exponen el grave deterioro que sufre el departamento, agotados los cauces de protesta dentro del propio hospital y ante el jefe de servicios de Hospitales, Ignasi Aletà, sin haber obtenido respuesta.
Los trabajadores denuncian "la masiva derivación de enfermos de la Seguridad Social a centros privados de rehabilitación, en condiciones asistenciales deplorables, mientras los departamentos de los hospitales públicos permanecen abandonados, a pesar de que son los que pueden ofrecer una mejor asistencia al enfermo".El informe, firmado por prácticamente toda la plantilla técnica y auxiliar del departamento, detalla las numerosas deficiencias del departamento y acompaña fotografías que muestran techos caídos, goteras sobre el material electrónico y despachos de consulta en el almacén. Dicho informe ha sido elaborado después de plantear el problema primero al doctor Alcalís, que compatibiliza la dirección del Centro de Rehabilitación y Traumatología con la del Servicio de Bactereología, y al gerente de la residencia, Luis Jaureguiza. "Ante la inhibición de ambos, nos dirigimos al jefe de servicio de Hospitales, Ignasi Aletà, pero tampoco esta gestión ha mejorado la situación, de modo que hemos decidido acudir al director general".
En su informe, los trabajadores explican, por ejemplo, que buena parte del techo de los pasillos se ha caído, afortunadamente por la noche, y no ha sido reparado. Estos pasillos cumplen además la función de sala de espera, a pesar de que no tienen apenas luz ni asientos y de que "hay corrientes de aire en invierno, hace mucho frío y hay malos olores a causa de los desagües procedentes de otras plantas". En el servicio de hidroterapia "las piscinas han quedado del todo inutilizadas y los valiosos aparatos que todavía quedan permanecen arrinconados". La falta de condiciones de seguridad hace que desaparezca material con suma facilidad.
"En el departamento de respiratorio", continúa el informe, "en el que la mayor parte de los pacientes tienen problemas de drenaje pulmonar (expectorantes), el espacio se reduce a dos cubículos de 12 metros cuadrados, con las balas de oxígeno dentro, lo cual representa un grave peligro y una falta de higiene". En el servicio de rehabilitación de enfermos con parálisis cerebral, los médicos han de pasar visita en el almacén de material.
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