Banca y cajas de ahorro aceptan la petición de colaboración solicitada por el ministro de Economía y Hacienda
La necesidad de que el sistema financiero colabore todo lo necesario con el Estado para conseguir cumplir los objetivos de captación de recursos con los que financiar el déficit del sector público previsto para 1984 y mantener el crecimiento del dinero dentro de los límites fijados por el Gobierno, fue recordada de nuevo por el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, en el transcurso de su intervención en la designación del Banco de Bilbao como "banco del año" por la revista Dinero. Las instituciones financieras parecen haber aceptado esta llamada, y la última subasta de pagarés del Tesoro ha superado las expectativas, lo mismo que la pasada emisión de certificados de regulación monetaria. Carlos Ferrer Salat, presidente de la patronal CEOE, ha mostrado su preocupación por la escasez de financiación al sector privado que habrá en 1984.
Miguel Boyer pidió ayer a los representantes del sector bancario tranquilidad y serenidad ante las conversaciones que mantienen en la actualidad representantes de la Dirección General del Tesoro, el Banco de España y la patronal del sector y su participación en la financiación de las necesidades del sector público. A pesar del desagrado que las medidas de apoyo provocan, parece que se ha impuesto la cordura y que la banca ha aceptado que, en 1984, el Estado tendrá que disponer, de una forma u otra, de una cifra que oscilará entre el 28% y el 30% del total de depósitos de estas entidades. La entrada en vigor del nuevo coeficiente de caja, que se situará alrededor del 18% de los depósitos, con un tramo remunerado y otro que no lo estará, y el perfil que parece tener el nuevo coeficiente de inversión apuntan en esta dirección. El ministro de Economía anunció ayer que el Consejo de Ministros había empezado a poner en marcha el nuevo sistema de financiación de las necesidades públicas al aprobar que durante 1984 se podrán emitir pagarés del Tesoro por un importe equivalente al de certificados de regulación monetaria que existan a final de año.
Nueva emisión
Para que no suponga cambios demasiado traumáticos a las entidades, el Banco de España ha ido aproximando los tipos de interés de estos dos instrumentos para que su cambio sea más fácil relativamente.La Dirección General del Tesoro, que celebró ayer la que estaba prevista fuera su última subasta de pagarés en 1983, ha sido autorizada por el Gobierno para realizar una nueva el próximo 30 de diciembre por valor de 685.000 millones de pesetas. Se trata de romper con la tradición hasta ahora existente de que la cantidad que a final de año el Tesoro debe al Banco de España se convierta en un crédito a esta entidad. Serán los bancos y las cajas de ahorro los que acudan. mayoritariamente a esta nueva subasta y con ella se iniciará la "consolidación" de certificados de regulación monetaria anunciada por el Gobierno y que podrá computarse dentro de coeficientes según todos los indicios.
Carlos Ferrer Salat, presidente de la CEOE, dirigió ayer sendas cartas al presidente del Gobierno y al ministro de Economía, en las que solicita que se habilite el procedimiento que sea necesario para que puedan analizarse conjuntamente los "aspectos que condicionan el gasto público, la política fiscal, las condiciones de financiación y la disponibilidad de crédito a las empresas". El presidente de CEOE muestra en las cartas el temor existente ante las noticias sobre tratamiento fiscal de activos financieros y coeficientes de la banca, que afectarán a la disponibilidad de financiación para las empresas privadas.
Lo que parece fuera de dudas, en opinión de los especialistas del sector financiero, es que dado el previsible crecimiento del ahorro nacional -en torno a un 10%, que pueden significar algo más de 1,6 billones de pesetas- y las necesidades del sector público, el sector privado de la economía va a pasar por graves apuros de financiación. El déficit público está previsto sea de 1,3 billones de pesetas, y de él la mayor parte se financiará con cargo al ahorro interno; el endeudamiento exterior del Estado será, en 1984, de 500 millones de dólares -menos de 100.000 millones de pesetas. Las tensiones inflacionistas obligarán a una política monetaria más rígida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.