La lógica de la represión se apodera de EE UU Francia

Tras el atentado del lunes de la semana pasada contra su Embajada en Kuwait, la Administración del presidente Ronald Reagan proyecta, aparentemente, seguir el ejemplo francés y vengarse también en los alrededores de Baalbek, a juzgar por las filtraciones hechas a la Prensa el miércoles por responsables anónimos del Departamento de Estado. En la lista establecida por el Pentágono, y parcialmente revelada por el diario The New York Times, entre los objetivos' enemigos en Líbano figuran varios campamentos chiitas e instalaciones militares sirias.Para un oficial de muy alto rango de uno de los dos contingentes de la fuerza multinacional que no ha sufrido atentados con excesiva frecuencia, los norteamericanos y franceses han cometido un error inicial en el que persisten actualmente: llevar a cabo represalias tardías en vez de limitarse a su legítima e inmediata autodefensa.

"Esto", afirma, "añadido a su historia de ex potencia colonial, en el caso de Francia, o de intervencionismo militar, en el caso de EE UU, explica que para determinadas franjas minoritarias de la población, que cuentan con el apoyo de un país vecino, los contingentes norteamericano y francés pueden ser equivocadamente equiparados con fuerzas de ocupación".

En su lucha contra "los agentes de esas franjas extremistas", sostiene otro oficial de ese mismo contingente, "las dos principales potencias occidentales involucradas en Líbano carecen de informaciones fidedignas de servicios secretos y se ven, por eso, obligadas a adoptar una actitud pasiva o a llevar a cabo represalias aparatosas que suscitan la hostilidad de sectores más amplios de la población".

Desde que la enorme burocracia de la resistencia palestina salió de Beirut en agosto de 1982, la red de informadores de la CIA norteamericana ha quedado desarticulada, según reveló recientemente The New York Times, y el Ejército libanés se ha convertido en la principal fuente informativa de la fuerza multinacional.

Tradicionalmente, las fuerzas libanesas no han escatimado esfuerzos para recabar este tipo de información. Pero Fady Hayek, encargado de las relaciones exteriores de esta facción, reconocía, sin embargo, la semana pasada ante este corresponsal que el nivel de conocimiento de su milicia de 15.000 hombres había disminuido drásticamente estos últimos tiempos.

La lógica de las represalias masivas contra el enemigo druso o chiita, que actúa frecuentemente desde ese tercio de Líbano bajo control sirio, ha provocado inevitablemente los primeros choques armados entre la fuerza de intervención norteamericana y el Ejército de Damasco, cuyos servicios secretos han sido además acusados por Caspar Weinberger de adiestrar en la llanura de la Bekaa libanesa a los iraníes y militantes de Amal Islámica que cometen los atentados.

Las baterías antiaéreas sirias abren fuego frecuentemente contra los aviones F 14 norteamericanos que efectúan sobre las posiciones militares sirias y drusas de la sierra del Chuf vuelos de reconocimiento para "recabar información que permita mejorar la protección de la fuerza multinacional", y en cuatro ocasione la aeronaval o la marina de EEUU han respondido a estos disparos con bombardeos.

EE UU acumula amas

¿Qué ocurrirá si en este engranaje de la violencia, como aseguran temerlo los diplomáticos estadounidenses y lo pronosticó el sábado el diario gubernamental sirio Techrine, las fuerzas armadas de Damasco reciben la orden de lanzar un cohete Frog, de fabricación soviética, contra algún barco norteamericano y, si no consiguen hundirlo, lo dañan gravemente? ¿Cuál será la reacción norteamericana si uno de sus cazabombarderos es derribado en el espacio aéreo libanés por un cohete Sam, el mejor misil tierra-aire elaborado por los soviéticos, los únicos capaces de manipularlo?

Desde que envió el contingente a Líbano, Washington ha acumulado en este país armas con una mayor potencia de fuego, incluido el superacorazado New Jersey, el barco de guerra mejor armado del mundo, con sus cañones de 406 milímetros, con la aparente intención de amenazar sin llegar a utilizarlos.

Pero todas las armas han sido empleadas, y el New Jersey entró por primera vez en acción cuando el pasado miércoles disparó 11 bombas de 1.225 kilogramos cada una sobre el Ejército del presidente Hafez el Asad.

Para evitar quedar atrapado en esta espiral de la violencia, Reagan evocó por primera vez el miércoles la posibilidad de retirar a su contingente sin que haya acabado su misión, en caso de que se produzca "un total derrumbamiento del orden, que no exista ya solución al problema".

Pero si con esta frase desafortunada el presidente de EE UU ha querido, probablemente, incitar a la reconciliación de las facciones libanesas, sus palabras, recalcaba el sábado el diario beirutí L'Orient le Jour, "son un estimulante para todos aquellos que se esfuerzan por provocar la retirada de los occidentales y el del orden".