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Sábado negro en Europa

Un amante despechado incendia un famoso garito de Amsterdam

Andrés Ortega

Lo que parece ser la venganza de un amante rechazado causó la muerte de al menos 13 personas, en la noche del viernes, en un incendio provocado en el mayor centro de sexo y juego de Amsterdam, uno de los que gozan de más fama en Europa. Veinticinco personas más resultaron heridas, cuatro de ellas gravemente. La policía detuvo a tres sospechosos de nacionalidad israelí, uno de ellos presunto autor directo del incendio.

J.L, de 36 años de edad, trabajaba en Kabala, uno de los múltiples clubes que forman el complejo más famoso de Amsterdam -nueve edificios juntos en un solo bloque- en el mundo del juego y del sexo, en pleno centro de la gran ciudad. Hace unos meses fue despedido por mantener relaciones con otra de las empleadas del lugar, R.B, de 24 años de edad -de hecho, vivía con ella-, pero seguía frecuentando Kabala. Esto, según la versión policial, llegó a crear problemas, y J.L. fue expulsado repetidas veces del complejo. Hace tan sólo unos días, la joven decidió cortar esta relación, y esto puede explicar lo ocurrido.El individuo en cuestión entró hacia las once de la noche del viernes en Kabala cargado con un bidón de gasolina, con el que roció la recepción del club, prendiéndole fuego mediante disparos de una pistola de gas. Las llamas se propagaron por este complejo de clubes interconectados por pasillos, si bien en el edificio se habían respetado todas las precauciones legales contra incendios. Varias personas saltaron por las ventanas, produciéndose fracturas. Otras subieron o bajaron por los cuatro pisos del enorme edificio.

La mayor tragedia sobrevino a un grupo de once personas que, por culpa del humo, no vieron correctamente los carteles que indicaban la salida de emergencia. En su huida se equivocaron y acabaron atrapados en una habitación, en la que murieron de asfixia, a tan sólo cuatro metros de la salida. Sus cuerpos quedaron carbonizados. La mayoría de los muertos son extranjeros. La policía no tiene constancia de que se encontrara ningún español entre ellos.

Golpe de suerte

La policía dio con el presunto autor del crimen gracias a un gran golpe de suerte. J.L. había huido del lugar y fue un taxista el que, al tener noticias de lo ocurrido, avisó a, la policía sobre un cliente que olía a gasolina y que había llevado a un lugar en las afueras de Amsterdam. Pero cuando la policía llegó allí, esa misma noche, J.L. no estaba. Mientras tanto, unos policías de paisano tuvieron un encontronazo con dos israelíes en la cercana ciudad de Haarlem. Los israelíes no les reconocieron como policías.

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Tras arremeter contra ellos verbalmente, acabaron amenazando a los agentes con una pistola y fueron detenidos. Se trata de J.G. y de M.B., de 26 y 31 años de edad, a los que, al parecer, J.L., que fue posteriormente detenido en el primer domicilio, había pedido cobijo tras lo ocurrido.

El complejo pertenece a Maurts de Vries y albergaba nueve edificios y un gran número de clubes, con casinos, prostíbulos legales, salas de gimnasia y proyección de películas eróticas. Entre los nombres de estos clubes destacan Casa Rosso, Club 26 y Montecarlo.

Este es el mundo famoso de Amsterdam, con sus vitrinas y sus centros de placer. Aunque no para los bomberos, que lucharon durante horas contra el fuego, que finalmente quedó dominado. Pero anoche aún se seguían buscando cadáveres de posibles desaparecidos.

Uno de los pisos se había desmoronado. El complejo seguía en pie, pero la mayor parte de su interior había quedado destruida o al menos gravemente dañada.

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