El Ayuntamiento de Madrid, no efectuó una inspección del local en el pasado mes de octubre "porque la puerta estaba cerrada"
Dos locales contiguos a la discoteca siniestrada, situados en los números 18 y 22 de la calle de Alcalá, habían sido inspeccionados por personal del Ayuntamiento de Madrid a mediados de octubre, pero Alcalá 20 no pudo ser, objeto de la correspondiente revisión porque sus puertas estaban cerradas, reconoció ayer el primer teniente de alcalde de Madrid, Juan Barranco. Al parecer, los inspectores no volvieron a la discoteca. Supervivientes, bomberos y responsables de Protección Civil han señalado que las condiciones de salida de Alcalá 20 eran muy dificultosas.
La última inspección oficial de la sala Lido tuvo lugar el pasado septiembre, con motivo de su conversión en discoteca, con el nombre de Alcalá 20, informó Jose María Rodríguez Colorado, gobernador civil de Madrid. Rodríguez Colorado adelantó que la discoteca Alcalá 20 poseía la documentación necesaria para el funcionamiento de este tipo de local es y cumplía las medidas de seguridad requeridas por la legislación.El gobernador civil puso a disposición de los informadores dos documentos oficiales. Uno es un certificado del arquitecto Juan Velasco Viejo, visado por el Colegio de Arquitectos de Madrid y efectuado a petición de uno de los nuevos propietarios del local, Juan Antonio Iglesias.
El arquitecto Velasco afirma en el documento que "la capacidad de la sala se fija como máximo en 900 personas, no debiendo rebasarse esa cifra en ningún caso y bajo ninguna circunstancia". Añade que los locales cuentan con una entrada y salida principal y seis de emergencia, "situadas en forma que el público pueda evacuar el local rápidamente en un momento determinado". Sin embargo, el documento sólo detalla cinco salidas de emergencia: dos a la calle de Alcalá -una desde el vestíbulo y otra desde la sala- y tres a la calle de Arlabán -una desde la sala, otra por la -planta baja de la sala y una tercera por el llamado patio andaluz-.
El segundo de los documentos es un certificado de revisión anual de instalaciones eléctricas, efectuada por la Dirección Provincial del Ministerio de Industria y visado por el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Industriales de Madrid el pasado 24 de septiembre. "En esta instalación", dice el documento" -refiriéndose a la antigua sala Lido, que en esas fechas pasa a ser la discoteca Alcalá 20- "no se han efectuado modificaciones sensibles con arreglo al proyecto presentado en su día".
Estos dos documentos fueron suficientes para que se concediera el permiso gubernativo de apertura y funcionamiento de la discoteca Alcalá 20, según señaló el gobernador. Añadió que en la sala había unas 600 personas en el momento del incendio.
Juan Barranco, primer teniente de alcalde de Madrid, informó que en Madrid hay unos 100.000 locales recreativos, entre bares, pubs, discotecas, salas de fiesta, cines y teatros. El ayuntamiento inspecciona sus condiciones de sanidad y seguridad cada dos o tres meses, dijo Barraneo, aunque no pudo precisar plazos exactos, "puesto que el reglamento no determina la periodicidad de las inspecciones"
Según la agencia Efe, que cita "fuentes fidedignas", el ayuntamiento no había formalizado los trámites pertinentes para la licencia de apertura. El gabinete de prensa municipal hizo pública una nota a última hora de ayer -el gabinete de gobierno del ayunta miento estuvo reunido hasta altas horas de la madrugada- en la que señalaba que "la actividad de dicho local estaba amparada por una licencia de instalación y apertura concedida en 1953, y renovada en una licencia de obras concedida el 17 de febrero de 1975. A partir de esta fecha, no consta solicitud de petición para la ejecución de nuevas obras o modificación de las actividades, así como tampoco denuncias al respecto, por lo que de haberse llevado a cabo éstas tendrían carácter de abusivas o fraudulentas".
Según todos los testimonios recogidos, la verja metálica que cierra el vestíbulo común al teatro Alcázar y la discoteca Alcalá 20 estaba cerrada en el molnento del incendio. Eso obligaba a que la entrada y salida de la discoteca estuviera formada por un estrecho pasillo, en el que apenas cabían tres o cuatro personas a la vez. Una de las víctimas mortales de la catástrofe fue encontrada, precisamente, con la veda principal clavada en su cuerpo.
"Los accesos a las salidas de urgencia de la discoteca eran tan rocambolescos, que tuve que, preguntar a los empleados por dónde tenía que salir", declaró uno de los bomberos que trabajaron en la extinción del incendio.
Una de las salidas de emergencia que dan acceso a la calle de Arlabán fue descrita así por el bombero: "Se suben un par de escaleras hasta llegar a un rellano. Después se bajan otras escaleras, y desde el pie de éstas hasta llegar a la misma discoteca puede haber más de 50 metros de pasillo totalmente oscuro, que en esta ocasión estaba lleno de humo". Algunos de los supervivientes de la tragedia han testimoniado que las salidas de urgencia de la discoteca estaban cerradas. La agencia Europa Press informó que un grupo de jóvenes anunciaron su intención de presentar una denuncia contra los, propietarios del local.
Por su parte, Rafael Noja, jefe provincial de Protección Civil, declaró que "los accesos a las entradas y salidas de la discoteca eran dificultosos", y comprobó que "las escaleras para salir a la calle son muy estrechas, y el ascensor hizo de tiro para que el incendio tomara mayores proporciones.
A su vez, el director de los servicios de Prevención y Extinción de Incedios del ayuntamiento, Ángel Luis Ibáñez, declaró que las puertas de emergencia, al abrirse, crearon una corriente de aire que avivó el fuego Ael interior.
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